El Consejo Regional Indígena del Cauca-CRIC y sus comunidades indígenas filiales, informan a la opinión pública nacional e internacional:

Que hoy lunes 14 de abril del 2014, a las 10:45 de la mañana, falleció en Popayán, Cauca, Colombia nuestro hermano JORGE CABALLERO FULA. Su fallecimiento se produjo como consecuencias de una penosa enfermedad.

JORGE CABALLERO, fue un comunicador social y político, que trabajó para el CRIC por más de 20 años.

A sus padres, hermanos, hijos, amigos y familia CRIC, nuestras más sinceras y sentidas condolencias. Hubiésemos querido que este momento nunca llegara pero la vida es así. Ahora que el cuerpo de Jorge descansa en el seno de la madre tierra y su alma se reencontró con los espíritus milenarios, nos deja en nuestros corazones sus valores, luchas y sueños por siempre.

Hasta siempre hermano Jorge..!

La velación se realizará desde hoy lunes 14 de abril del 2014
Instalaciones del CRIC(Calle 1No.4-50 Popayán)

Su sepelio será el miércoles 16 de  abril de 2014
Jardines de Paz de Popayán a las 11 de la mañana.

Consejería Mayor del CRIC

Carta a un minguero

Amigo mío hoy asisto a tu funeral, como quien va a una minga. Y así como te aprendí estoy consciente que solo se es minguero cuando se trae algo que aportar a la Minga. Así que hoy te acompaño con este torrente de imágenes, recuerdos y enseñanzas que aprendí a tu lado.

Jorge te conocí por mails que se entreveraron en ese sinuoso trayecto que mantiene unida a Bogotá con el Sur Occidente. En dicha ocasión lejos de encontrarnos debatimos por primera vez! En esos días yo trabajaba con Kino-Pravda un Grupo de Antropología Visual de la Universidad Nacional de Bogotá. Te escribí sin conocerte, para invitarte a un encuentro académico, y tú me respondiste que la academia no te importaba. Cuando te pregunte por qué?  me respondiste que los pensamientos encerrados en un edificio y para colmo sin la gente, no tienen sentido.

Me acuerdo mejor de la primera vez que te encontré, volaba impetuoso –como suele suceder en el Cauca- un Octubre del 2008.  Después de un largo viaje en bus, me presente en la oficina del CRIC en Popayán. Ya me había retirado de Kino-Pravda, junto a otros compañeros habíamos decidido fundar un Colectivo de Comunicación Popular. Le llamamos La DireKta, para que no se nos olvidará que más allá de hacer documentales para concursar en Festivales o trabajos para las Universidades, lo importante era comunicar con la urgencia que la movilización exige las necesidades y las propuestas de la gente movilizada y de sus organizaciones. Por aquellos días nosotros buscábamos comunicar por medio de un audiovisual la propuesta de Parlamento Indígena y Popular en el Cauca… Así sin reconocerme como aquella persona que te había invitado a Bogotá, -quizas fue por eso- a ti te pareció que la iniciativa valía la pena. Entonces, directamente, sin protocolos como a veces suceden las cosas en el CRIC, entrevistamos a Feliciano Valencia, por ese entonces Consejero del Norte. Luego dimos la vuelta a la esquina y tu me presentaste a los compañeros del Comité de Integración del Macizo – CIMA. Yo conocía ya a Chucho en Bogotá, pero allí conocí a Víctor, a Miguel y a Cesar. Por esos años el CIMA y el CRIC se encontraban en muchas cosas, y pensaban muy parecido: la vecindad de sus sedes, el trajín de la lucha y varias de sus orientaciones políticas, había construido un correlato de solidaridades y complicidades.

Luego, tu pediste prestado un carro del CRIC y nos fuimos para Guachene, allí entrevistamos a José Félix Banguero, líder de las comunidades negras del norte del Cauca. José Félix es una especie de Cinencio Mina contemporáneo, quizás por eso creía que por encima del radicalismo étnico era más importante la unidad de los más desfavorecidos, fueran indígenas, mestizos o negros. Quizás por eso, como Cinencio, José Félix es perseguido por el Estado colombiano. Hoy desde una cárcel, Banguero representa la intolerancia del Estado y de los ingenios, para quienes ser negro en medio del océano de Caña, parece seguir siendo un delito. En aquellos tiempos los compañeros del CIMA, el CRIC y el movimiento Cimarrón encarnado en los Corteros de Caña, representaban la esperanza de unidad popular y de articulación de los movimientos sociales del sur occidente. De allí brotaría la Minga de Resistencia Social y Comunitaria que recorrería velozmente el sur del país y alcanzaría con su mensaje hasta la costa caribe, abrazando con su calor Antioquia, Bogotá, el magdalena medio, la Orinoquia, Boyacá y los santanderes. Abrazando y peleando por dicha esperanza te encontrabas tu y tu hermano Henry. En ese momento yo los veía como laboriosos arquitectos de un proyecto que no se cansa de nacer, pero tampoco de morir.

En el 2009 el sur occidente ya me había seducido, no solo por mi esposa que vivía en Cali, sino por la vitalidad de estas montañas y de estas gentes de selva, rio y mar. Ahora yo trabajaba como docente de una Universidad en Cali y nunca dejamos de comunicarnos. Me acuerdo como si fuera ayer -en aquel segundo piso del CIMA- cuando nos reunimos con Chucho, Cesar, Berenice y otros compañeros. Allí tu hiciste la propuesta de hacer Mingas de Pensamiento por todo el país. Mientras que a Chucho se le ocurrió que dichas Mingas de Acción-pensamiento debían organizarse por Tulpas. Es decir se diseño la anatomía de la gran casa, una casa que debía ser de todxs. Donde sin perder su autonomía, cada sujeto colectivo fuera una piedra de esa tulpa responsable de mantener el fuego y la calidez del hogar. Ser diversos en la unidad, fue el mandato que allí se forjo.

Así corrieron veloces la campaña contra la celebración de los 200 años de independencia y por los 512 de Resistencia Minguera. Pasaron uno tras otro: el Congreso de los Pueblos, El Congreso Nacional de Tierras Territorio y Soberanías y uno que otro Congreso del CRIC. ¿Te acuerdas que vanamente intentamos construir un equipo de comunicaciones nacional de la Minga? Me acuerdo como en cada reunión de comunicaciones de la Minga mirabas pacientemente a los jóvenes de muchos colectivos -gente que siempre llegaba nueva con todos sus proyectos e ideas- Tu sonrisa cordial y tu disposición de siempre trabajar con quien tuviera ganas de hacerlo, anticipaban sabiamente que seguramente en la próxima reunión no asistirían los mismos, y tocaría volver a comenzar casi de cero.

Me acuerdo que hacia el 2011 nos volvimos a encontrar en Cali y discutimos el alejamiento de los indígenas del CRIC de las propuestas de unidad y articulación con los otros sectores sociales. Allí tu me explicaste como sucede la política entre las comunidades indígenas. Me hiciste ver que los liderazgos no representan en el mundo indígena un poder inamovible, ni un cheque en blanco. Y que una vez que habían salido de la Consejería Aida y Feliciano, las fuerzas internas habían vuelto a reacomodarse. A pesar que en aquel momento no lo entendí muy bien, y me pareció incoherente dentro de mi racionalidad lineal, a los dos nos embargaba la misma angustia: a pesar que la Minga en tanto proceso de articulación parecía fluir, así como el agua, esta parecía colarse entre las manos. Sabíamos que allí estaba, aunque ya no podíamos cogerlo.

Quizás por eso nos alejamos un tiempo, ya no teníamos un espacio asible en común. Para los que vivimos en el sur-occidente el paso de la Minga de Resistencia Social al Congreso de los Pueblos significo perder un símbolo construido en común, como cuando un medio termina convirtiéndose en un fin. Ya hacia finales del 2012, nos volvimos a encontrar en La UAIN en una sesión del 982, yo había cambiado de trabajo gracias a que tu y Henry creyeron que mi labor desde otro lado, podría seguir dando una mano a ese proyecto de articulación social, interétnica e intercultural. Allí por primera vez junto a Miriam Villegas la nueva Gerente del Incoder, me vi como asesor del gobierno. A pesar que intente mantener vivo el proyecto de unidad y de sobreponer los intereses de todas las comunidades a las de una sola, tal y como tu me lo enseñaste, el germen de un multiculturalismo focalizado en la diferencia y que no tiene como sustentar “lo común”, ya estaba instalado en el Cauca. Allí volvimos a discutir, tu me dijiste que ese ejercicio que yo lideraba de entender los conflictos territoriales, como la expresión de conflictos interétnicos e interculturales, era una aproximación demasiado superficial, y que en la práctica terminaría alejando cada vez más a las mismas comunidades. Que lejos parecía aquellos momentos esperanzadores de la Minga del 2008….  Mientras tanto yo trate de argumentarte que negar los conflictos, cuando ya eran pan de cada día en la cotidianidad de varios municipios, era una posición que no contribuía a comprender la realidad para llegar a poder transformarla. Pero además, intente sustentarte que el conflicto no era malo en si mismo. Al contrario, negar el conflicto significaría negar el debate, y no reconocer que en los territorios siempre hay disensos, los cuales deben ser solucionados en común para fortalecer cada día la autonomía y el gobierno propio de las comunidades. Sin embargo, una vez más me enseñaste que por encima de los conflictos cotidianos de la gente, subyace de manera omnipresente una estructura de inequidad histórica en la distribución de la tierra, y unas políticas de desarrollo rural al servicio del monocultivo y los megaproyectos, que empuja a las familias mas necesitadas a competir por un mismo pedazo de ladera. Eso lo reflexione contigo y espero nunca olvidarlo.

Luego de repente como suelen saber llegas las malas noticias me entere de aquel cáncer que te cogió de improviso; que logro cogerte desprevenido, como nunca lo alcanzaron hacer las amenazas frecuentes y las balas asesinas que siempre supiste esquivar. Con mi esposa te visitamos en Cali, en casa de Berenice. Allí nos reconociste y con alegría observamos que mantenías tu mirada esperanzadora; a veces -sin quererlo- llorabas cuando veías a tus amigos y familiares quizás, porque sabias que tu labor no había concluido. Mi esposa te obsequio un libro de José María Arguedas, Los Rios Profundos. Como aquel muchacho Ernesto de la novela tu siempre supiste entrelazar el mundo indígena y tu extracción mestiza. Con lo bueno y con lo incomodo que a veces significa ser un solidario de la lucha indígena. Así como aquel trompo mágico de los ríos profundos, tu supiste descifrar como acompasar el devenir constante de las luchas por el reconocimiento, con la impasibilidad de un tiempo que no nos pertenece. Hoy parece que comenzamos un nuevo ciclo de vida y muerte de ese proceso de articulación: la Cumbre Agraria se constituye en un último tiquete de unidad en estos tiempos inciertos. Hoy ya no estas aquí para volver a verla crecer y desarrollarse, para convencernos de volver a  a creer que esta casa si puede ser la edificación que nos cobije a todxs. Sin embargo, estoy seguro, que como siempre, encontraras el modo de seguir acompañándonos a comprender la cronología impasible de estos andes que te vieron bajar y subir, siempre acompañado, nunca solo!

Un abrazo Minguero

Carlos Duarte

Fuerza Común

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Estimados compañeros,

Recibo con mucha tristeza el fallecimiento del compañero Jorge. Con el trabajamos en el CRIC durante 4 largos años y además de aprender muchísimo de èl, recibì su amistad y conocimiento del movimiento indígena en el Cauca y en Colombia.

Le envìo un fuerte abrazo

ANTONIO VENTURA CUEVAS

Coordinador Paìs en Colombia

RESCATE INTERNACIONAL ESPAÑA

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Estimados Hermanas y hermanos:

Desde Antioquia, reciba mi más sentidas condolencias por la partida del compañero Jorge Caballero al reino de los ancestros. Es un día triste para el movimiento indígena y para la familia y amigos de Jorge. Quiero manifestar de corazón que al hermano Jorge lo tenía en muy alta estima, y que realmente  produce tristeza por su partida, pero también según nuestras creencias, sabemos que la vida de Jorge no termina ahí, al contrario, es la continuación de otra vida donde su espíritu estará más cerca de los creadores y de la naturaleza; y podrá gozar de la inmensidad del cosmos. les deseamos un buen viaje y No lo olvidaremos.

Con aprecio

Manibinigdiginya

Abadio Green Stócel

Nación Gunadule

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Estimados amigos:

Desde Almáciga, reciban nuestras más sentidas condolencias por la muerte del compañero Jorge Caballero. En un día lamentable para el movimiento indígena y para la familia y amigos de Jorge, queremos recordarle y que ustedes sepan que en Almáciga se le tenía en muy alta estima, y que estamos tristes por su partida. No le olvidaremos.

Carlos Deocón.

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Compañeros reciban mi saludo

soy  simpatizante  solidaria con  los wounaam de las selvas del Choco y se me ocurrió iniciar una BIBLIOTECA  REGIONAL en el rio medio san juan   comencé con Puerto Pizario y sigo con la comunidad Chapiem Tordo   y así seguiré colaborando  con los que deseen que les llegue libros.

compañeros  creo que el mayor tesoro que hay en la vida es estudiar  ,aquí en la ciudad  la gente esta despreciando los libros  por quedarse con el internet y nos damos cuenta que el nivel educativo bajo  enormemente, si alguna comunidad de ustedes desea  coordinamos la entrega de libros de acuerdo  a los temas que ustedes mismos  soliciten .se envía  por alguna empresa de  carga   solo tendrían que pagar el flete .  nada mas .

saludos

Divulgación Cultural Indígena

María esperanza casas a.

Promotora Social – Sena-

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