Pues vea, con un nudo en la garganta y muchos recuerdos expresados con lágrimas en los ojos, les decimos que estos 50 años representan un sueño digno de quienes venimos de la tierra, de seres que estamos llenos de orgullo de ser nativos de este territorio, hijos e hijas de luchadores que viven y dignifican nuestra memoria.

Somos hijos, hijas y nietas de quienes la historia llamo terrajeros y quiso volver esclavos, de quienes después de largas caminatas se reunían en la oscuridad de la noche, para hablar de cómo empezar este andar, somos los hijos y las hijas de aquellas mujeres que desde la cocina también se organizaron y empezaron a posicionar la fuerza de la mujer en esta lucha y que hoy celebran ese sueño de libertad que se libera junto con la tierra.

Esta conmemoración nos lleva al llanto, nuestros sentimientos de dolor y alegría se encuentran, se abrazan, se vuelven uno para celebrar la vida; es difícil explicar lo que uno siente en estos momentos, en este proceso, por ello quien no ha estado en esta lucha no logra entender lo que esta organización representa para nosotros, quien no ha llorado a sus muertos y heridos, no lograra entender el sentir desde la tierra. Hoy sentimos un dolor en el pecho al recordar a compañeras y compañeros que por defender al pueblo, entregaron sus vidas, dejando en este camino la fortaleza para seguirnos levantando.

Nosotros los hijos e hijas del CRIC, sentimos desde el alma, la convicción y el palpitar de nuestra madre Tierra, también sentimos su llanto durante estos días de encuentro, ella esta alegre y también trae a la memoria a cada uno de sus hijos e hijas, aquellos que recibió en su seno y por eso los llora. La lucha que hoy lloramos, de dolor o de alegría es la herencia milenaria de nuestros ancestros y ancestras, que se encargaron de sembrar en cada uno de nosotros una semilla digna que hoy se viste de rojo y verde y que se ha ido posicionando con firmeza en cada rincón de nuestra Madre Tierra.

Como todo proceso nuestra organización tiene sus debilidades y diferencias las cuales siempre reconocemos en minga; desde los vacíos y equivocaciones este proceso ha logrado mantenerse en el tiempo, gracias a la fuerza de la palabra y acción de la gente, ha logrado movilizar y al mismo tiempo paralizar a todo el país.  Esa fuerza, esa energía es la que debemos mantener, ese poder de caminar en minga es el que queremos seguir tejiendo con todos los pueblos y sectores sociales de este país, de gente que está en las mismas y que sueña con un buen vivir para su comunidad.

A todos y todas las que sentimos desde el corazón, el orgullo de ser parte del Consejo Regional indígena del Cauca, muchas gracias; sentir esta organización como parte importante de la historia, viene con un compromiso muy grande y es el que trazaron los mayores, nosotros y nosotras tenemos la responsabilidad de tomar las banderas y los principios de nuestra lucha, para cuidar, proteger y liberar nuestra madre Tierra.

Todos somos CRIC y en nombre de quienes no están, decimos que desde las vías en derecho, en cualquier escenario estaremos defendiendo la memoria viva de nuestros compañeros y compañeras, sepan que su lucha la seguiremos caminando y no ha sido en vano. En nombre de ustedes, feliz 50 soles.

Por: Colectivos de comunicación del norte del Cauca Cxhab Wala Kiwe

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