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Es el tiempo de los y las alegres que durante este mes de noviembre nos visitan.

Alrededor del fuego se les espera con las mejores comidas, la mejor música, se les espera con alegría, después de un largo año. Se les llama con el pensamiento, en la memoria habitan con fuerza las personas que hoy nos cuidan desde el otro espacio y que durante la noche nos visitaron.

Llegaron en forma de mariposas, cucarrones, abejas, llegaron puntual a esta cita, se encontraron, comieron, bebieron, danzaron y se fueron en la madrugada, a la espera de la próxima ofrenda.

La comunidad va haciendo presencia antes del mediodía, las autoridades van abriendo camino, se hace un brindis mientras la comunidad camina alrededor de los alimentos y con música empiezan a convocar a mas pueblo.

Con el himno al pueblo Totoroez se da apertura al este evento que año a año realizan en la comunidad para recordar a los y las que ya no están en este espacio.

Para esta ofrenda los mayores hablan de las comidas mayores y menores, entendiendo que las mayores son las originarias del territorio, como el maíz, el cual también es un símbolo de fuerza y unión entre los pueblos, las menores son aquellas que no son propias del territorio, pero que representan el intercambio, el trueque que se da entre los pueblos indígenas.

Con la danza de las ofrendas, las autoridades tradicionales hacen el agradecimiento, danzan alrededor de la ofrenda grande y rodean el fuego, alzan sus chontas y se van acercando a cada una de las mesas en donde se repartirá la comida.

Los mayores, mayoras, niños, niñas y jóvenes que acompañan este espacio permanecen atentos a la palabra del mayor Bolivar, quien va contando lo que representa el ritual de ofrendas, pidiendo aplausos por cada uno de los alimentos, por su importancia y para que nunca falten en el territorio. Nombrando a quienes no nos acompañan en este espacio y que anoche nos visitaron, también a quienes no alcanzaron a llegar a esta ofrenda, que son las personas que fallecieron en el trascurso de este año y que, durante este tiempo, serán guardianes del otro espacio.

La chirimía sonara durante toda esta jornada, los niños y niñas danzaran en memoria de los que ya no están y los que vienen, ellos van abriendo camino a su ritmo.

Este encuentro alrededor de la ofrenda, se realizara durante el día y la noche, convoca al pueblo, es un encuentro en el que año a año no solo se encuentran los espíritus mayores que hoy nos guían desde el otro espacio, sino también un encuentro, una cita que cada año nos damos para hacer memoria y defender el tiempo de la alegría, como lo menciona el mayor Bolivar.

Por: Programa de Comunicaciones.