Cuatro etnias luchan diariamente para proteger la Línea Negra

Los pueblos originarios que habitan en el área de protección de la Sierra Nevada, Colombia, denunciaron la violación a sus derechos de autonomía sobre el territorio.

Los Arhuacos, Koguis, Wiwas y Kankuamos, etnias que habitan en la región de protección denominada Línea Negra, luchan por la reivindicación de los derechos conferidos en las resoluciones de 1973 y 1995 en relación al territorio ancestral.

«Una zona de especial protección, debido al valor espiritual y cultural que tiene para los cuatro pueblos indígenas, por esa razón, esas comunidades deben ser consultadas cuando un proyecto pueda afectar el ejercicio de sus derechos, no hacerlo constituiría un incumplimiento del Estado colombiano de sus obligaciones y una vulneración de los derechos de la comunidad”, establece la Sentencia T849-14 de la Corte Constitucional.

Proyectos de extracción  en aumento en la Sierra Nevada

Pese a la medida judicial hay un aumento considerable de los megaproyectos de extracción, así como de infraestructura sobre las referidas tierras de los nativos.

“Hemos visto que la minería no respeta zonas de especial protección, espacios sagrados, asentamientos humanos, glaciares, nacientes de agua, cabeceras de cuencas ni ecosistemas frágiles. La actividad minera es de alto efecto negativo, quien diga no tiene impactos ambientales está mintiendo”, informó el Concejo Territorial de Cabildos de la Sierra a la Procuraduría General de la Nación en septiembre del año pasado.

En relación a esto los nativos luchan diariamente para conservar y proteger la biodiversidad de 1.600.000 hectáreas de su territorio contra cualquier tipo de intervención de extracción.

Asimismo buscan salvaguardar a las comunidades víctimas del desplazamiento forzado por estas actividades de extracción.

sierra

No obstante,  el Gobierno de Colombia no garantiza la protección de fuente hídricas en la Sierra Nevada de Santa Marta.

Al respecto, los líderes nativos informaron acerca del funcionamiento de cinco minas ilegales de oro en los ríos Negro, Naranjales y San Salvador. Estas empresas dañan el ambiente por el vertimiento de cianuro, mercurio  y otros químicos concentrados.

Por lo que los nativos consideran que contaminar el Río San Salvador es acabar con la fuente de los alimentos que consumen.

El afluente está ubicado dentro del cerro que ellos califican como sagrado, porque allí, según sus creencias, ocurre la fertilidad y la procreación Ukumeizhi.

Vea también: http://segundoenfoque.com/mineria-ilegal-contamino-suelos-y-aguas-de-peru-2018-03-26

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