Adriana Santiago-Adital

En varios lugares de Argentina ocurren fuertes protestas en contra del acuerdo firmado el último martes por la petrolera estatal argentina YPF/Repsol y la estadounidense Chevron (antigua Texaco) para explotar parte del yacimiento Vaca Muerta (Sur), una de las mayores reservas de hidrocarburos no convencionales del mundo. Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) es una estatal argentina dedicada a la explotación, refinamiento y venta de petróleo y productos derivados.

El presidente de YPF, Miguel Galluccio, dijo a la prensa ayer que la «asociación es estratégica para Argentina. Estamos colocando en producción un recurso que puede cambiar el futuro energético del país». Pero no es lo que los movimientos sociales y, principalmente, los indígenas mapuches creen. El acuerdo es para explotación de Loma La Lata Norte, cerca de 360 km² de los 12.075 Km² que YPF tiene en la formación geológica de Vaca Muerta, yacimiento de petróleo y gas de esquisto.

«YPF está trayendo a la peor empresa del mundo, que es la Chevron», dijo Lefxaru Nahuel, portavoz de la Confederación Mapuche de Neuquén. Los Indígenas mapuche ocupan desde el martes dos pozos de petróleo en Vaca Muerta, de la Comunidad Maripe. La ocupación pacífica de los cuatro pozos por una centena de mapuches llevó a la suspensión de la actividad del yacimiento a 1.100 km al sudoeste de Buenos Aires. «Nuestra lucha es contra la hidrofractura (sistema que destruye la roca), que es contaminante. Y nuestra posición es no permitir la entrada de la Chevron en tierra mapuche», dijo enfático, aunque YPF niegue que los pozos tomados en la protesta estén en territorio mapuche.

Lefxaru Nahuel afirma que piensan instalar 1.550 pozos con la utilización de millones de litros de agua por día con más de 900 tipos de productos químicos, muchos de los cuales son cancerígenos y que propician infecciones pulmonares.

Chevron fue condenada en Ecuador

El premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, fue uno de los que criticó el acuerdo públicamente diciendo que «YPF fue expropiada a Repsol para recuperar nuestra soberanía energética y por eso apoyamos la iniciativa en su momento. Pero mediante este acuerdo con Chevrón, los argentinos estamos entregando nuestros recursos a Estados Unidos y convirtiendo a YPF en una empresa altamente contaminante que usará el método conocido como Fracking (fractura)». Los técnicos de YPF negaron que la tecnología utilizada genere contaminación de los acuíferos, pero no convencieron a los movimientos que están en las calles.

Esquivel, que es el presidente del Servicio de Paz y Justicia de Argentina, elogió la «actitud correcta” de algunos miembros de la dirección de YPF que renunciaron a sus puestos para no ser cómplices de esta entrega y dijo que el contrato con la Chevron-Texaco sólo «es posible gracias al fallo emitido por la Corte Suprema de Justicia Argentina, que le levantó un embargo de 19.000 millones de dólares a la trasnacional, otorgándole impunidad a una empresa prófuga de la justicia ecuatoriana porque desconoce un juicio que el Estado de Ecuador y comunidades indígenas le ganaron por haber desvastado el medio ambiente y violado derechos humanos en ese país”.

La Chevron fue condenada en Ecuador por contaminar 500 mil hectáreas y por no cumplir las sucesivas órdenes judiciales de ajuste de conducta. Fueron millones de litros de petróleo derramados, ríos y lagos contaminados, casos de cáncer y abortos espontáneos y 30.000 personas afectadas.

Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]

http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?boletim=1&lang=ES&cod=76440

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