COMUNICACIÓN PÚBLICA

Los pueblos indígenas organizados en el Consejo Regional Indígena del Cauca, seguimos trabajando por la defensa y protección de la Madre Tierra, representada en las Mujeres, sujetas de especial protección. Somos conscientes que las mujeres indígenas son protegidas, respetadas y reconocidas, desde lo que son y  aportan, los pueblos podremos seguir viviendo en armonía y equilibrio territorial y cultural. Este es el motivo que nos anima a seguir denunciando los atropellos que se siguen cometiendo los actores armados que se han impuesto en los territorios, dejando territorios y poblaciones golpeadas por su accionar y sus intereses depredadores donde las mayores victimas de su afectaciones siguen siendo las mujeres y las niñas.

Rechazamos rotundamente la presencia militar en los territorios indígenas, que como muestra de sus daños siguen violentando los territorios y las mujeres y niñas indígenas, como lo sucedido el 22 de junio del presente, en el territorio ancestral Embera Katio Gito Dobaku, de Pueblo Rico, en Risaralda, perpetuado por el Batallón San Mateo, adscrito a la brigada 8 del ejército colombiano. Este actuar solo demuestra la continuidad sistemática que se sigue cometiendo contra las mujeres y niñas indígenas, como una visión colonial e impositora de la supremacía militarista y de un régimen que no le sirve a la sociedad.

Convocamos a los pueblos ancestrales legítimos dueños del territorio, a la sociedad colombiana a rechazar todo acto de violencia machista, racista y colonial de las fuerzas militares, que demuestran la violencia estructural que representa el Estado con sus actores armados que además de mostrarse legales, demuestran la el racismo estructural que por siglos se sigue imponiendo en nuestros territorios, esto no solo afecta  las mujeres de los pueblos indígenas, sino que es una pandemia sostenida contra la dignidad humana y de todas las mujeres del país y del mundo.

Llamamos a los organizamos de derechos humanos, no solo actuar por la coyuntura y el manejo mediático, de los medios, que ponen al descubierto la ignorancia y la intensión discriminadora contra las mujeres, a que actúan con diligencia, respeto y con capacidad de resolución para que los derechos de las mujeres indígenas sean una prioridad del Estado y sus instituciones.

Exigimos al Estado colombiano y sus instituciones responsables de garantizar los derechos de las poblaciones; activar las políticas de protección y prevención de las violencias contras las mujeres, las ordenes emanadas de la corte como el auto 092, el auto 004, exigimos el respeto del convenio 169 de la OIT, la declaración de los derechos de los pueblos indígenas de las Naciones Unidas. Desde donde se ha exigido la creación de programas especiales para mujere indígenas sin que hasta el momento se haya implementado ninguna a más de 10 años de emanadas las ordenes.

La Tierra es Mujer, la vida es femenina, las mujeres y las niñas somos la fuerza del territorio.

Programa Mujeres del CRIC

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