“Definir un plan estratégico para fortalecer y consolidar procesos y tejidos de comunicación indígena que permita seguir caminando colectivamente hacia la política de comunicación diferencial”, fue el propósito que reunió a unos 40 comunicadores y comunicadoras indígenas en territorio ancestral del Quindío.

Este encuentro se llevó a cabo del 20 al 22 de febrero, en el Asentamiento Chichake de la comunidad indígena Emberá, en la vereda Río Verde Alto, municipio de Córdoba. Allí fueron recibidos con entusiasmo y cariño por toda la comunidad, comunicadoras y comunicadores provenientes de diferentes tejidos, experiencias, medios y procesos regionales y nacionales del Cauca (CRIC, Tejido de Comunicación ACIN, Asociación de Medios de Comunicación Indígenas de Colombia –AMCIC-, el Pueblo Misak, entre otros), de Putumayo (OZIP, radio Waira y el Cabildo Inga), de La Guajira (Yanama), los de Nariño (Pastos y del pueblo Quillasinga), de Caldas, Risaralda y Quindío (CRIR, CRIDEC, ORIQUIN, Emberá), del Valle (ORIVAC), del Huila (CRIHU), de Tolima (CRIT) y de Antioquia (OIA).

Para iniciar el trabajo fue necesario reflexionar sobre la urgencia en construir colectivamente un plan estratégico desde comunicación, repasar el proceso histórico de comunicación indígena en el país, identificar los antecedentes y dificultades desde la Mesa de Concertación y de la Mesa de Comunicación e identificar logros y dificultades del  Foro Nacional de Comunicación Indígena.

Después de esta presentación general a cargo de facilitadores como Manuel Rozental e integrantes de Comunicaciones CRIC, del Tejido de Comunicación ACIN y de la Red AMCIC, se intercambió y se discutió ampliamente cada uno de estos espacios. Para luego profundizar una visión autocrítica de los procesos organizativos indígenas en Colombia, de las dinámicas y colectivos de comunicación y del contexto global que viven las comunidades desde sus territorios.

Con base a la lectura de los anteriores espacios en el ámbito interno y externo, las y los participantes identificaron situaciones diagnóstico como: despojo y destrucción del territorio, planes de vida fracturados, debilitamiento y división de las comunidades, autoritarismo de líderes y representantes, desarticulación de las luchas y resistencias en el país, dinámicas comunicativas frágiles y en riesgo de desaparición, medios de comunicación subutilizados, políticas nefastas en contra de los pueblos, megaproyectos extractivos, políticas en contra de los pueblos, estrategias de muerte y un sinúmero más de situaciones que le duelen a las y los comunicadores en el territorio.

El sentido de nombrar lo que le duele a las y los comunicadores partícipes y constructores de los procesos indígenas del país, fue identificar la enfermedad que está matando a los procesos organizativos y a la Madre Tierra, para empezar a pensar lo que se busca transformar, lo que se quiere lograr y lo que se debe plantear estratégicamente para defender la vida y el territorio desde la transversalidad de la comunicación.

En ese propósito, se trabajó en comisiones para definir lo que debería ser el movimiento, la comunicación y el contexto de las comunidades para lograr la consolidación de los Planes de Vida y la defensa del territorio. Esto es un desafío grande porque las y los comunicadores no están acostumbrados a hacer planes estratégicos y casi siempre están respondiendo a coyunturas, por eso sólo se logró avanzar en la profundización del diagnóstico de la realidad actual.

Así queda como tarea aterrizar la aspiración, seguir pensando los objetivos fundamentales a largo y mediano plazo desde comunicación para el trabajo en Minga del Plan Estratégico. Que espera seguirse trabajando en el próximo encuentro de procesos de comunicación indígena en territorio Wayùu.

Equipo de Coordinación del Foro Nacional de Comunicación Indígena

 

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