Una multitudinaria marcha indígena avanza hacia Bogotá, la capital de Colombia. Son alrededor de 10.000 personas y les mueve el hartazgo. Dicen que no soportan seguir siendo rehenes de la violencia en la región del Cauca y víctimas de quienes quieren apropiarse de sus tierras. Se sienten abandonados por el poder.
«Por las arbitrariedades del Estado. Por tanto indígena muerto. Porque el Gobierno no cumple. Nos quiere privatizar la salud. Nos quiere privatizar el estudio. Está metiendo más multinacionales. Están sacando más petróleos. Los bosques, la selva y la Amazonía se están muriendo«, dice David Taicus, líder del pueblo Awá.
El Cauca, una región convulsa e inmersa en una espiral de violencia
La convulsa región del Cauca, en el suroeste de Colombia, está inmersa en una espiral de violencia cuyo combustible principal son las disputas territoriales que libran disidentes de la FARC, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y cárteles del narcotráfico, que buscan apropiarse de tierras para cultivar coca y marihuana y abrir rutas hacia el Pacífico para sacar su droga hacia el exterior.
La violencia, que disminuyó tras el acuerdo de paz con las FARC en 2016, ha resurgido con fuerza. Ya se cuentan al menos 42 masacres este año.
Exigen reunirse con el presidente Iván Duque
Los indígenas partieron el jueves por la mañana de Cali con el objetivo de llegar el lunes a Bogotá, donde exigen reunirse con el presidente Iván Duque.
«Hoy esperamos, con el presidente, Iván Duque, sentarnos a dialogar por la dignidad de la vida. Dialogar lo que es el proceso de paz y que nos reconozcan los territorios que nos han arrebatado a los pueblos indígenas», pide Arbey Ganan, otro de los líderes del grupo.
Duque ha enviado una delegación de alto nivel con varios ministros a dialogar con los indígenas, pero estos no quieren intermediarios y advierten de que si el presidente no los escucha, se unirán a la jornada nacional de protesta convocada el próximo 21 de octubre.
