Para las mujeres que construimos vida y dignidad, tejemos con hilos de sabiduría y conocimiento la resistencia y pervivencia de los pueblos milenarios.

Nuestra organización indígena del CRIC, a puertas de cumplir medio siglo de lucha y resistencia, ha sido una propuesta para reivindicar los derechos de los pueblos indígenas, en este recorrido se ha llevado a cabo movilizaciones, paros, congresos, asambleas, mingas, rituales, celebraciones, entre otras formas de encuentro y de debate. En estos procesos hemos tenido alegría, fuerza y esperanza; pero también ha habido represiones, muertes, maltratos, despojos y desconocimiento de nuestra reclamación, justa y legitima. En todo este caminar hemos estado ahí, como mujeres indígenas, de frente acompañando y liderando en  la organización, en la comunidad, en la familia, para que juntos y juntas podamos construir como dicen l@s zapatistas un mundo donde quepan muchos mundos donde lo comunitario sea la fortaleza y el respeto se construya en medio de la diferencia.

Este 5 de septiembre queremos reivindicar nuestra resistencia y existencia, pero también traer a la memoria mujeres que nos acompañan desde otros espacios, que sus luchas han servido de inspiración para nuestra vida y para nuestra organización, mujeres como Bartolina Sisa, Dolores Caguango, Simona, la cacica Gaitana del pueblo Nasa, Pascuala Inca, Mama Dominga, entre otras, cada una de  sus historias tienen en común duros procesos de lucha y recuperación de la identidad de los pueblos indígenas, ellas desde su pensamiento de defensa, desde el ser madres, orientadoras, hijas, abuelas, compañeras, han hecho camino para que hoy en día muchas mujeres indígenas continúen soñando y pensando, porque empezar a pensar, es empezar a luchar.

Nuestra apuesta continúa en el marco de la defensa de la vida, en ese sentido nos acogemos a la consigna de que no parimos semillas para la guerra, sino semillas para la vida, que nuestros cuerpos son territorios de paz y que como mujeres indígenas tejemos para la dignidad de todas  y todos. Bajo esta perspectiva, como mujeres nos oponemos a las políticas de muerte.

Rechazamos el recrudecimiento de la violencia, en contra de los pueblos indígenas, rechazamos la violencia en contra de las mujeres y del territorio.

Rechazamos los asesinatos, la violencia sexual, los feminicidios, productos de la sevicia y la guerra en que nos han metido los gobiernos con estos sistemas capitalistas que intentan soportar su propuesta a costa de la muerte y exterminio de los pueblos.

Invitamos a la población en general abrir sus corazones para que comprendan la situación en la que está el país, a construir acciones prácticas de solidaridad, a tejer en colectivo,  a respetarnos y a dialogar para mediar las diferencias, sabemos que de las pequeñas cosas, se construyen nuevos caminos.

También instamos a las diferentes organizaciones a sostener la petición ante el estado Colombiano, para que cumpla con los acuerdos de Paz firmado hace 3 años el 26 de septiembre de 2016, nuestros territorios están viviendo en la zozobra, no queremos que se repita la historia, ha aumentado la violencia, las muertes y persecución a las mujeres, a nuestras guardias, a nuestros líderes y lideresas y exigimos que el gobierno colombiano asuma la responsabilidad que le asiste.

Así como nuestras ancestras recorrieron el territorio, con nuestra acción y la palabra, con los bastones, con azadones, palos y ollas, con niños a cuestas, con moretones en nuestros cuerpos, haremos digna nuestra lucha, porque fuimos, somos y seremos portadoras de la bandera de resistencia, nos queda decir que “la lucha continua”, que la esperanza nuestra, de muchos y de muchas no desvanece, por el contrario seguiremos hasta que se apague el sol.

A todas las mujeres indígenas gracias por existir. Por Re-existir y por seguir dignificando la vida de los territorios.

Popayán, 5 septiembre del 2019

Programa Mujeres del CRIC

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