Colombia, septiembre 09 del 2020

Manifiesto del MOVIMIENTO POR LA VIDA -MoVida-

 «Si hablamos nos matan. Si no hablamos, también. Entonces hablemos»
—Cristina Bautista Taquinás.
Lideresa del Cauca
Asesinada pocos días después de pronunciar esta frase.

“NOS ESTÁN MATANDO A TODOS”

Es el grito desesperado de las y los colombianos: hombres, mujeres, jóvenes, niños y niñas que angustiados vemos como nos están asesinando desde hace tiempo, a la vista de todos, a lo largo del territorio nacional y sin la protección a la que de acuerdo con la Constitución y las leyes tenemos derecho.

Todo esto bajo el silencio y la ausencia de acciones de las organizaciones internacionales cuya función, entre otras, es la de impartir justicia en aquellas naciones donde los que administran la ley no la proveen.

Al mismo tiempo, el gobierno del presidente Duque, ilegítimo desde su inicio por los dineros del narcotráfico que inundaron su campaña, insiste en acabar el Proceso de Paz, profundizar la guerra, ampliar el número de muertos, apropiarse de los dineros públicos y manipular la realidad, ya sea, través de los medios masivos de comunicación que controla a su antojo y/o el cambio del lenguaje: llamando, por ejemplo, “homicidios colectivos” a lo que en realidad son espeluznantes masacres contra la población civil desarmada. Banalizando y justificando así la muerte y, de paso, revictimizando, criminalizando y estigmatizando a las víctimas.

Y, por si fuera poco lo anterior, el gobierno nacional actúa como un régimen que además:

—Decreta medidas contrarias al bien común como: reformas laborales (ejemplo el decreto 1174); reformas tributarias; venta de entidades públicas; préstamos amañados a entidades privadas, incluso extranjeras, como en el caso de los 370 millones de dólares facilitados a Avianca; ventas de nuestras reservas de oro, como la reciente, justo antes que su precio – como era previsible y lo habían advertido las agencias de inversión del mundo entero- se incrementara dramáticamente, transacción en la que el país perdió cientos de millones de dólares.

—Atenta abiertamente contra el medio ambiente, privatizando páramos, autorizando el Fracking, desviando ríos que causan la ruina de los ciudadanos que dependen de estos para su subsistencia, autorizando licencias ambientales para proyectos que no cuentan con los estudios técnicos rigurosos que reflejen el impacto real sobre la población, las zonas y los alrededores involucrados como el caso del puerto de Tribugá en el Chocó, entre otros.

—Perfila, persigue y amedrenta a todo aquel que hace público un pensamiento diferente a las políticas planteadas desde el Gobierno (sirvan de ejemplo las listas de líderes sociales, líderes gremiales, periodistas, twitteros, entre otros).

Es decir, estamos ante una situación calamitosa y desesperada en la que «si hablamos nos matan y si no hablamos también. Entonces no queda una opción diferente a la de hablar”, decía la líder indígena Nasa, Cristina Bautista Taquinás, una semana antes de ser asesinada y convertida en uno de los 204 líderes muertos que carga a cuestas el régimen de Iván Duque, algunos de esos asesinatos – aparentemente- con actuación activa de agentes del Estado.

Una situación a la que si no hacemos frente terminará por corroer aún más los cimientos endebles de la nación en la que vivimos dejando para nuestros hijos simplemente un camposanto gigante en el que uno a uno se enterrarán sus sueños.

Y es en ese contexto y bajo la premisa siempre de la legalidad que nace el Movimiento por la Vida, (MoVida), un colectivo de ciudadanos comprometidos con la defensa de la vida, los derechos humanos y los territorios. Un movimiento cuyos integrantes, miembros de todas las vertientes de la sociedad: líderes y líderesas sociales, afrodescendientes, indígenas, trabajadores, empresarios, campesinos, estudiantes, deportistas, personas en situación de limitación física, organizaciones sociales, organizaciones ambientales, organizaciones culturales, feministas, docentes, gremios, artistas, activistas, población LGTBI y comunidad internacional -entre otras-, estamos convencidos que la única manera de parar este genocidio es uniéndonos en un frente común que haga respetar al pueblo como lo que es: sujeto de derechos entre los que prima el derecho a la vida.

Y, por tanto, le exigimos al gobierno que:

1— Ejerza sus funciones constitucionales para DETENER LAS MASACRES YA. Incluidas, por supuesto, aquellas masacres en las que el Estado, a través de sus agentes, tenga participación directa.

2— Establecer un diálogo nacional donde también participe la comunidad colombiana exiliada para consolidar un espacio de diálogo amplio, democrático y participativo que conduzca a un ACUERDO COLECTIVO POR LA VIDA sustentado bajo la normativa internacional y nacional en el marco del Derecho a la Protesta y el Diálogo Social.

¡Ni un muerto más! Por la vida, a las calles. Unidos en una Gran Protesta Nacional. Atentamente,

COMITÉ ORGANIZADOR MOVIMIENTO POR LA VIDA- MOVIDA

Email: [email protected]
Facebook: Movimiento Por La Vida
Twitter: @MoVidaCol

Luis Ernesto Olave
Lalis Beltrán
Augusto Ocampo
Rosalba Alarcón Peña
Maria Niny Echeverry
Beto Coral
Sasha Yumbila Paz
Tamara Ospina Posse
Gener Usuga
Itzamar Pedreros-
Cherbonneau
Urías Velásquez
Patricia Amaya Rojas
Kanabico Objetor
Miguel Ángel del Río
Hypatia Hurtado
Adolfo Rivas
María Fernanda Oviedo
Gustavo Adolfo Caicedo
Rafael Núñez Rodríguez

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