Cuando los primeros rayos de sol asomaron tras el cerro de Munchique y toda la cordillera central, indígenas agrupados en el Consejo Regional Indígena del Cauca, del Huila y Caldas que desde la madrugada habían preparado su kit minguero se subieron a las chivas para emprender una nueva etapa de la Minga social del suroccidente por la vida, el territorio, la paz y la democracia con un primer destino en el municipio e Jamundí en el departamento del Valle.

Tal como lo habían convenido las autoridades tradicionales a las seis de la mañana iniciaron el recorrido desde Monterilla, el Pital y el Rosal para ir formando la caravana vehicular. Chivas de vistosos colores, camionetas, camperos, motocicletas y buses como en la escuela primaria hicieron fila tomando distancia hasta que se dio la orden de partida. Hicieron sonar sus bocinas que llegaron hasta los últimos rincones de la región indicando que el caminar para intentar un encuentro con el presidente de la república se había iniciado.

La guardia indígena también hizo una fila larga antes de subirse a sus vehículos y hasta calentaron para iniciar el cuidado de la caravana mientras la consejería del CRIC dialogaba con unidades de la policía nacional para coordinar acciones a lo largo del recorrido a fin que todo transcurriera sin inconvenientes.

Los vehículos iniciaron su recorrido en forma lenta con paradas en diferentes sitios, especialmente donde se sumaban más delegaciones y posteriormente los conductores le imprimieron mayor velocidad para amainar la alta temperatura que empezaba a acompañar la caravana.

Una nueva parada en esta ocasión en Santander de Quilichao donde se sumaron comunidades del norte del Cauca que desde muy temprano habían salido desde la cordillera fría y las ardientes planicies con la misma convicción, la de seguir luchando por la vida, por el territorio, por la paz y la democracia y decirle al gobierno nacional que esta minga no es reivindicativa sino la continuidad de la exigencia de la movilización anterior que pidió la presencia del presidente Iván Duque Márquez para un debate político.

Hacia el mediodía delegaciones de los diez pueblos indígenas, organizaciones campesinas, afrocolombianos y demás sectores populares en un gran abrazo de hermandad se encontraron en la cabecera municipal de Jamundí donde fueron recibidos con actos culturales y artísticos y anunciar que esa población se sumaba a las exigencias de las organizaciones del suroccidente colombiano. La jornada se extendió por más de una hora donde no faltaron los vivas, las entrevistas y el disfrute de agua para calmar la sed que ya empezaba a hacer mella entre las delegaciones.

Con sonoro aplauso de las gentes de esa municipalidad la caravana siguió con rumbo a la ciudad de Cali donde en la medida que se aproximaban, sus habitantes salían con banderas y aplaudían el hecho que este puñado de colombianos determinaran pedirle al Presidente que le diera la cara al país diverso y hablar de temas estructurales en el manejo del país. Otros sacaban sus equipos celulares para registrar imágenes del acontecimiento mientras que guardas de transito controlaban a los conductores para que la caravana circulara libremente.

No hubo ni un asomo de mal entendido entre la fuerza pública, los caleños, los transportadores o los motociclistas con los manifestantes que desde la entrada bajaron de los vehículos porque querían llegar como en los viejos tiempos caminando hasta la gran urbe. El calor no los doblegó, tampoco el cansancio porque consideraban que iban por una causa justa que es el de un real reconocimiento a los sectores menos favorecidos del país.

Así llegaron al coliseo del Pueblo de la ciudad del Cali donde todo estaba acondicionado para recibir a más de ocho mil manifestantes. Arreglaron sus cambuches, instalaron las cocinas, intercambiaron experiencias mientras descansaban y hasta firmaron un pacto de bioseguridad con el alcalde municipal de Santiago de Cali Jorge Iván Ospina y un delegado del gobierno departamental del Valle del Cauca,

Mientras tanto en otro lugar de la ciudad una delegación de ministros y viceministros del Presidente Ivan Duque se reunieron con voceros de la Minga donde los mingueros dejaron claro que no tenían pretensión distinta a que el primer mandatario de los colombianos los atendiera en plaza pública no en recinto cerrado como les ha respondido en otras ocasiones. Hasta ahora no hay respuesta oficial de la llegada o no del presidente a la ciudad de Cali pero ya se conoce del argumento de Duque Márquez de no asistir a este encuentro por miedo a contraer la pandemia del coronavirus. Con ese sin sabor pernoctaron en las afueras del escenario deportivo, pero se mantiene el sueño de un gran debate nacional que busque un reconocimiento real de todos los colombianos.

Por: Programa de Comunicaciones CRIC 

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