El fuego que nos alumbra el camino

En medio de un claro en el inmenso territorio del pueblo Wayú en la Ranchería Majalí  ubicada a 27 kilómetros de Riohacha, capital del departamento de la Guajira, delegados de varios clanes de este grupo étnico dieron la bienvenida a comuneros de diferentes pueblos indígenas del departamento del Cauca en una jornada de intercambio de saberes entre comunicadores indígenas.

Llegar hasta este lugar implicó el desplazamiento desde la capital caucana, recorriendo muchos kilómetros en buena parte del país para encontrarse con la brisa del mar y transitar primero por vía pavimentada en la vía que de Riohacha conduce a Maicao y luego por una trocha hasta llegar a la ranchería donde se puede evidenciar las primeras carencias como los servicios públicos. Aquí no hay servicio de acueducto y menos de energía eléctrica y deben hacer toda clase de esfuerzos par suplir estas necesidades pero aún así se mantienen en la lucha por la supervivencia.

Allí en un gran círculo en torno una hoguera con la luna como testigo, representantes de los pueblos participantes presentaron el significado del fuego de acuerdo a su ley de origen, sus usos y costumbres, coincidiendo que este es un elemento fundamental de los principios de la vida, de integración de la familia y la unidad de los pueblos.

Para el pueblo Wayú el fuego hace parte de una leyenda de una familia de la que hacía parte el fuego y que según sus hermanos trabajaba poco pero sólo a la hora de la cosecha se pudieron dar cuenta que pese a que salía en un corto tiempo el trabajo tuvo una abundante producción convirtiéndose entonces en el eje principal de la vida comunitaria.

«De ahí se dice que no se puede menospreciar el trabajo de alguien, porque no conocemos realmente cual sea el impacto que puede tener ese poco trabajo que esta haciendo esa persona. Integrantes de esa familia se conviertieron en perdices, conejos, zorros, entre otros como castigo uno por el menosprecio al fuego y otro por la inconciencia de  perderse en la huerta por querer cosechar con avaricia. En el Pueblo Wayú siempre debe estar prendido el fuego en la cocina para que el hambre no llegue a la cocina y se pueda sentar y mandar en el hogar. El fuego es tan importante no solo porque sirve para prepara los alimentos sino porque alumbra y nos permite vernos, limpiar la tierra luego de las podas y nos alumbra el camino. Cuando alguien se pierde en la familia, se confía en que esa persona va a volver de regreso y por eso se enciende el fuego pero también se hace para que ilumine el camino para quienes se van a otro espacio. Durante un mes para que no se vaya a perder en el transito hacia el otro mundo, asegura uno de los líderes comunitarios».

Por esta razón la reunión inicial se hizo en torno al fuego en cuyo alrededor trazaron con color blanco los símbolos de varios de los clanes que hacen parte de este encuentro para explicar la organización social de sus comunidades que difiere muchísimo en relación con nuestro departamento del Cauca.

El encuentro continúa en firme con el saludo de las autoridades, la presentación de las dos organizaciones indígenas para dar a conocer el trabajo con sus comunidades, posteriormente la disertación sobre el trabajo de comunicaciones en los pueblos indígenas del Cauca y en el pueblo Wayu para luego adelantar un intercambio de productos comunicativos en radio y vídeo finalizando el día con un acto cultural con el acompañamiento de un palabrero.

Por: programa de comunicaciones CRIC – Comunicador indígena del Pueblo Yanakona

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