La  revista Semana en noticia del día 10 de abril titulado “el informe secreto de la cita frustrada entre Duque y los indígenas” afirma que “documentos de inteligencia conocidos por SEMANA proyectaban hace más de dos semanas sobre la fallida reunión entre Duque y la minga»…ya que los integrantes de la Minga “estarían tomando como referente la minga de 2008, para que el señor presidente de la república viaje al Cauca. Una vez allí será citado a plaza pública en donde le realizarán un debate político. Los lugares propuestos serán El Pital o Caldono. Los indígenas argumentarán que los temas que se exigen son de interés nacional…” Los organismos de inteligencia hicieron saber a Semana que esta información la tenían desde finales de marzo del presente año.

Lo anterior pretende mostrar que la Minga tenía una agenda secreta, una estrategia oculta para cambiar el escenario al cual se estaba invitando al Presidente. Esto no es cierto, la Minga desde su carta de invitación al Presidente Iván Duque, fechada el 22 de febrero del presente año, lo convoca  a un diálogo, en el Pital, con los procesos organizativos que la integran para tratar temas nacionales y de impacto regional como la “crisis humanitaria y de no garantía ni aplicabilidad de nuestros derechos económicos, sociales y culturales, que se ve agudizada por una agenda legislativa y unas políticas en torno a la paz y el desarrollo que nos colocan en grave peligro, no solo a los pueblos indígenas, como ya ha sido constatado por la Corte Constitucional ante los impactos del conflicto armado,  sino también a las poblaciones campesinas ante su no reconocimiento constitucional como sujetos de derecho, y en general a la población más pobre,  ante políticas que no tienen en cuenta nuestras problemáticas y derechos y que solo consultan los intereses de los grandes gremios económicos”. Ver carta al presidente.

Es claro que el Presidente desde el comienzo sabía a qué  clase de evento se le estaba convocando, en que sitio, con que temática, y en qué contexto. Si los organismos secretos del Estado se dieron cuenta de esto apenas hasta finales de marzo, ello no vuelve a la Minga una instancia conspirativa y al evento una encerrona política al Presidente Duque.

Luego de varios días de duda el Presidente decidió venir al Cauca, a Caldono, tal vez para realizar el diálogo político con la Minga en los términos de quienes lo convocaban, o, por el contrario, abrigó la esperanza en que la Minga ya no insistiría en el dialogo político sino que aceptaría, cuando se le propusiera, pasar a una especie de “taller construyendo país”, dado que en los días inmediatamente anteriores se había firmado un acuerdo reivindicativo acerca de los compromisos incumplidos.

Quedó claro que la Minga se sostuvo en su convocatoria al Presidente de la República al diálogo político ante todos sus integrantes y de cara al país.

¿Cuál era la alternativa que se planteó el Presidente Duque al venir a donde estaba la Minga? No lo sabemos y posiblemente no lo sabremos dado el escenario turbio que se generó en torno a los protocolos de seguridad y a la noticia criminal entregada públicamente por el Fiscal general de la Nación de un atentado contra la vida del jefe de Estado en su venida a Caldono.

En todo caso constituye estigmatización por los organismos de inteligencia, y atenta contra  la verdad, la vida, la democracia, la justicia y la paz, generar esta desinformación con el objetivo claro de colocar a la Minga en un escenario de conspiración.

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