Desde la ciudad de Popayán, en el departamento del Cauca, partió el 30 de octubre a las 9:00 a.m. la Caravana Humanitaria al Cañón del Micay. Cerca de 500 personas, de diferentes regiones colombianas, pueblos indígenas y negros, estudiantes, campesinos y campesinas y organizaciones urbanas y de derechos humanos, de manera digna y entusiasta transitaron por las carreteras del Departamento con un fondo espectacular cargado de montañas y valles.

Fue un viaje lento y tranquilo, pero lleno de alegría de tambores y calor humano. Las siete chivas transportaban optimismo, solidaridad y unas ganas inmensas de acompañar y compartir esperanza a las comunidades del Cañón, que soportan una incertidumbre y un dolor provocado por la violencia y el desangre entre hermanos del mismo pueblo.

Hacia las 7:00 pm, la Caravana llegó, con el sonido poderoso de las sirenas de las chivas, los tambores y el estribilloEl pueblo no se rinde carajo”, al municipio de Argelia. Decenas de personas de las comunidades en motos, carros y caballos se encontraban en la carretera esperando a la Caravana para brindarle una calurosa y sentida bienvenida. La Caravana creció y dio un paseo por el casco urbano, los rostros alegres y agradecidos de los habitantes saludaron desde sus puertas y ventanas a unos amigos que no conocían pero que siempre estuvieron allí, en sus corazones.

El Primer día de Caravana ha sido un éxito. Se impuso el amor, las ganas de vivir, la dignidad, el poder y la hermandad de los pueblos. Abrazaremos a las comunidades de Argelia, compartiremos nuestro mensaje de paz y esperanza, será una jornada cultural que esperamos deje huella. En Argelia, el Cañón del Micay y el Cauca, prevalecerá la vida.

Compartir