Las comunidades campesinas participantes en la ‘Minga por la Vida, el Territorio, la Justicia, la Democracia y la Paz’, que estuvimos concentradas en el sector “El Túnel”- Cajibío, expresamos que somos Comunidades organizadas en el CIMA, ORDEURCA, FCSPP-Comité de Apoyo Cauca, ASCAP, ACAAMI, ACADER, ASTRAPAC, Mujeres Vida, Colectivo “Mateo Kramer”, ASVECOF y Asocomunal de Argelia y, Afrorenacer del Micay, luchamos por protección y garantías para líderes-as, defensores-as, y organizaciones sociales; reconocimiento del Campesinado como Sujeto de Derechos; protección para nuestros Territorios; cumplimiento de los Acuerdos Sociales firmados con diferentes Movilizaciones; cumplimiento e implementación de los Acuerdos de Paz firmados en noviembre de 2016 entre el Estado Colombiano y las FARC y la reactivación de los diálogos para la solución política y negociada del conflicto con la guerrilla del ELN.

En el Suroccidente Colombiano, y durante todo el transcurso de la movilización las comunidades campesinas, afrodescendientes e indígenas de los departamentos de Caldas, Valle, Huila y Cauca, fuimos objeto de constantes intimidaciones, agresiones y presiones por parte de la Fuerza Pública, en los diferentes puntos de concentración. Sobrevuelos de helicópteros, aviones, drones, lanzando propaganda escrita en Nasa Yuwe, haciendo constantes perifoneos invitando a “la desmovilización” y causando temor constante entre los mingueros; haciendo permanentes ataques a los puntos de concentración, con acciones de fuerza que convirtieron la movilización pacífica en complicadas refriegas de confrontación entre manifestantes y Policía y Ejército las cuales a través de un gran despliegue nacional, se encontraban concentradas en el departamento del Cauca con enorme número de efectivos calculados para un posible y descomunal desbloqueo de la Vía Panamericana con violencia, abuso de poder y uso desproporcionado de la fuerza. Hechos que arrojó 21 capturados, más de 80 heridos con recalzadas y a bala, y la muerte de Deiner Seferino Yunda Camayo, comunero del resguardo de Jevalá-Totoró.

Como comunidades participantes de la Minga, denunciamos el tratamiento de guerra que hemos sentido a través del ESMAD y se le ha dado a la Protesta Social, a la Movilización enmarcada en la Constitución Nacional como un derecho, ejercicio de democracia directa, y que desde el primer día de nuestra justa lucha fue agredida permanente.

En el Cauca, el día 16 de marzo de 2019, a las 9:30 a.m., fuimos agredidos de manera violenta por el ESMAD en nuestros “cambuches” y carpas instaladas en el sector de El Túnel-Cajibío, allí los uniformados irrumpieron sin razón quemando alimentos, nuestras pertenencias, elementos de cocina, plásticos, ropa, maletines; disparando a quemarropa y golpeando a varios de los integrantes de la Minga, como también hurtando documentos de identidad, equipos de comunicación como radios de comunicación, celulares, equipos de sonido, cámaras fotográficas, dinero, en fin todo lo de valor que teníamos los mingueros y mingueras movilizados pacíficamente.

Con gases lacrimógenos y disparos de perdigones, los campesinos que participamos en la “Minga Social por la Defensa de la Vida, el Territorio, la Democracia, la Justicia y la Paz”, fuimos agredidos hacia las 9 y media de la mañana cuando ya nos disponíamos a realizar una reunión para compartir la información sobre el estado de las negociaciones con el Gobierno Nacional en el sector de Monterilla, Caldono. Es de anotar, que quince minutos antes un dron de la policía había sobrevolado el lugar, tal como lo hacía en días anteriores mañana y tarde.

La violenta y sorpresiva intervención del Esmad en el lugar, generó la reacción por parte de sus líderes, quienes exigían respeto hacia los adultos mayores que se encontraban en el lugar, como el de personas que habitan las viviendas aledañas a los ’cambuches’ y la cancha de la concentración campesina.

Sin embargo, dichos argumentos no fueron estimados por los uniformados y en medio de la arremetida miembros del Esmad golpearon a varias personas, uno de ellos, el campesino perteneciente al CIMA, HEYMER QUISCUALTUD quien fue herido con una granada de gas disparada hacia su rostro, saliendo mal herido en su ojo derecho debió ser trasladado al Hospital San José de Popayán con una lesión grave que le hace perder parcialmente su vista. Es de anotar que varios campesinos de las delegaciones de Mercaderes y Patía fueron retenidos y reseñados en el sitio durante varias horas para luego ser dejados libres.

Una vez el Esmad se retiró del lugar, tras quemar ’cambuches, carpas, plásticos, banderas, alimentos y de subir a un camión varias de las pertenencias de los campesinos, arribó una comisión de verificación de derechos humanos, encabezada por miembros de la ONU DDHH, MAPP OEA y la Red por la Vida y los DDHH del Cauca. Minutos después de abandonar la Comisión de DDHH el lugar, nuevamente el dron sobrevoló el lugar, y los campesinos se concentraron de nuevo, tomando la decisión de continuar participando de la Minga.

Ante la arremetida del ESMAD y el terror de su acción militar, mucho campesino perdió sus pertenencias y debió volver a sus sitios de origen, pero alrededor de la mitad de la gente campesina movilizada que persistió en continuar movilizada, tomó la decisión de trasladarse al sur del Cauca al punto Párraga, en el municipio de Rosas. Es importante aclarar que al llegar a Párraga, nuestra gente movilizada sufrió ciertos niveles de rechazo de la Comunidad de Rosas, que fueron infundidos con estigmatización desde intereses políticos tanto de habitantes relacionados con partidos de derecha, tales como el Centro Democrático y de mandos policiales y militares de la zona, lo que colocó en riesgo permanente a nuestros mingueros y la organización de la miga en este punto (Párraga).

Precisamente, esta estrategia política pensada para atacar la movilización de la Minga, se trasladó de los puntos de concentración a la ciudad de Popayán, sentimientos de odio y discriminación incentivados por el racismo, a la xenofobia, y a la violencia llevando a que se adelantaran toda una serie de expresiones a través de redes sociales, públicas, radiales y demás, que pusieron a la Minga en el entredicho y el escarnio público regional y nacional y la enfrentaron a la opinión y la sociedad caucana. Todos estos odios infundados fueron localizados contra las sedes del CRIC y de nuestra organización campesina del CIMA-CNA, las que fueron atacadas por personas pagadas y que se prestaron para ejercer estos actos vandálicos, con abierta omisión y complacencia de las fuerzas policiales que han coadyuvado a la polarización social y política que infortunadamente se vive en la región y demerita los esfuerzos de paz regional y nacional que se hacen.

Hacemos un llamado a las autoridades competentes a tener en cuenta todos los hechos relatados y desarrollar las investigaciones y acciones administrativas y penales pertinentes ante la gravedad de la situación y la vulnerabilidad de líderes-as, defensores-as, organizaciones y territorios. Igualmente, a los organismos nacionales e internacionales de DDHH a mantener la vigilancia y seguimiento a las garantías para el ejercicio de los DDHH, en especial de la Protesta Social.

COORDINADOR NACIONAL AGRARIO – CNA CAUCA
COMITÉ DE INTEGRACIÓN DEL MACIZO COLOMBIANO – CIMA CNA
Totoró, abril 24 de 2019
TERRITORIOS PARA LA VIDA, NO PARA LA MUERTE !!!
CAMPESINADO CON DERECHOS: SEMBRANDO IDENTIDAD, COSECHANDO PAZ !!!

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