Nos están matando y los medios de comunicación prepago siguen sufriendo por los trancones ocasionados en el país. Las calles de las principales ciudades de Colombia se han vuelto escenarios de batallas campales, charcos rojos revisten las calles de un país que se está desangrando, pero sigue en resistencia porque está cansado de vivir en lo mismo.

Hoy se cumplen siete días del paro nacional, que inició el 28 de abril cuando, cientos de colombianos decidieron salir a las calles en rechazo absoluto a la reforma tributaria y con muchas exigencias más, cansados de un gobierno de mentiras, un gobierno que sólo sigue instrucciones de quien hace más de 15 años se cree el dueño del país y vive implementando sus políticas de guerra.

Mientras los ciudadanos siguen en diferentes puntos estratégicos de cada ciudad mostrando su sentir, el gobierno nacional reprende a manifestantes, el escuadrón de la muerte y decenas de policías atacan a la población a quema ropa, la orden es clara, “que muera el que tenga que morir, pero el orden se recupera”, lo típico de siempre, el pueblo pone los muertos y ellos aseguran hacer “investigaciones” para aclarar los hechos, evidentemente esto nunca sucede.

Mientras en ciudades como Cali, Manizales, Armenia, entre otras, los jóvenes están enfrentando la situación de cara al país, los medios masivos de comunicación se encargan de desinformar y deslegitimizar las pruebas que la misma ciudadanía se ha encargado de obtener y hacer visible por medio de las redes sociales. Medios masivos como RCN, CARACOL, LA BLU, entre otros, ocultan la magnitud de los hechos, generan declaraciones incompletas, disfrazando el actuar vandálico de las fuerzas armadas y condenando a los manifestantes por defender su vida a como dé lugar. Y es que, si bien es cierto que se han generado desmanes y daños materiales, es imperdonable que puedan hacerse comparaciones entre una piedra, como principal arma de quienes se manifiestan, y armas letales dirigidas directamente a las cabezas, rostros y humanidad de los marchantes, y decimos imperdonable porque a leguas denota la no proporcionalidad entre las mismas. Así pues se da más importancia a daños materiales en estructuras físicas que a la perdida de vidas que trascienden los vente (20) en cinco (5) días, pero de esto nada se habla.

Basta ya de creerle a los medios prepago, los mismos que aseguraron que nos volveríamos una dictadura, los que ahora nos ocultan la realidad del país en pro del beneficio de unos pocos que se lucran y desangran a nuestro país.

Medios alternativos de comunicación y comunidad en general, es nuestro momento tomémonos las redes, publiquemos la realidad del país desde las vivencias cotidianas, consumamos medios propios y hechos por la gente del común, no más desinformación por parte de las elites comunicativas, no no más periodismo de corrillo, no más mentiras, no más silencio, que lo sepa el mundo entero ¡EN COLOMBIA EL GOBIERNO NOS ESTÁ MATANDO!

Asociación de medios de comunicación indígena de Colombia – red AMCIC

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