Comunicado a la Opinión Publica

LA COMUNIDAD INDIGENA DEL TERRITORIO ANCESTRAL DE JULUITO DENUNCIA ANTE LA OPINION PÚBLICA LOCAL, REGIONAL, NACIONAL E INTERNACIONAL QUE:

Tras varios meses de una coyuntura difícil, en la cual las agresiones, amenazas e infamias generadas desde algunos miembros de la Junta Parroquial y Comunal, en contra de los hijos de Julumito que decidimos recuperar nuestra identidad como legítimos descendientes de la Confederación Pubenense, tras siglos de extirpación cultural, social, económica y espiritual promovida desde la Iglesia Católica y los sectores retardatarios, hemos resistido y a pesar de los hilos rotos, mantenemos la memoria viva en los usos y costumbres de la alimentación y los saberes de siembra y cosecha, en la formación de la familia, en el conocimiento de la medicina y la relación con los seres de la naturaleza y del trabajo en minga.

Todo este entramado cultural nos da identidad y nos compromete con su defensa en las luchas presentes y futuras. Hemos apelado a la garantía de nuestros Derechos por parte de las instituciones del Estado, en nuestra condición de personas protegidas según el Auto 004 emanado de la Corte Constitucional.

Que hoy, tras asistir por tercera vez al fallo de los estrados judiciales con el argumento de salvaguardar la vida y la armonía en el territorio, a la pobreza de los argumentos de quienes pretenden seguir usurpando la vida de las comunidades en sus diferentes dimensiones, se suma la actitud falaz y pendenciera de algunos miembros de la Junta Comunal y Parroquial que han dejado en evidencia que los hechos de violencia generados a partir de la infamia, las vías de hecho y asonada en contra de la posesión publica, pacifica e ininterrumpida de los predios de uso común por parte de la Autoridad Tradicional, entre los que se encuentra la huerta de plantas medicinales en la manga de la iglesia, la caseta para el futuro almacenamiento de lo cosechado, los abrevaderos para el ganado destruidos por jóvenes de la comunidad sometidos por la enfermedad del consumo de sustancias,  hacen parte de un plan oscuro orquestado por la Curia Arzobispal.

Que por nuestra decidida tarea en la recuperación del espacio donde funcionó hasta hace 25 años el puesto de salud, convertido durante varios años en la nariz de la Casa Cural y el Templo parroquial, en un antro de consumo y expendio de drogas y otros asuntos, sin que nadie de la hoy Junta Comunal o Parroquial decidieran hacer algo para salvaguardar este espacio de la Comunidad y por generar espacios para que nuestra juventud este libre de drogas,

Que por mezquinos intereses privados utilizaron la mentira y la violencia para ganarse un espacio a la fuerza, cuando son reconocidos en la Comunidad por siempre haber aprovechado los escenarios de la Junta Comunal y Parroquial para obtener beneficios de tipo personal y político en la obtención de prebendas y contratos, sin que esto realmente beneficiara a la comunidad. Sólo las Mingas y esfuerzos de la Comunidad en bingos, rifas y bazares dieron vida a la escuela y al colegio, salón comunal, puesto de salud, casa cural y convento, cementerio y acueducto de la vereda que finalmente fue vendido por migajas y hasta ahora los responsables no han entregado cuentas de lo que pasó con las motobombas y los recursos que generaba. Tampoco, de qué negociado existió por quienes “gestionaron” la entrega al acueducto de Popayán, siendo un Derecho ganado con el sudor de nuestros Mayores.

Que con la Audiencia Pública que acaba de terminar, pudimos constatar la mentira que la Junta Comunal y Parroquial ejecutaron con el fin de favorecer los mezquinos intereses de la Curia Arzobispal y luego de exigir una Mesa de Diálogo tras vías de hecho que comprometieron el orden público, tras dos sesiones de trabajo en donde se “logró” que la Curía “cediera” el antiguo puesto de salud, Contrariando el Acuerdo que sostuvimos de defender todo el conjunto de predios para la Comunidad, desconocieron el papel de la Mesa y hoy por hoy queda claro, que, tienen un contubernio con la Curia para entregarle por quien sabe qué canonjías, el legado de nuestros antepasados, al interés privado de la Curia.

Que esta estrategia sistemática y orquestada desde la Curia Arzobispal, haciendo uso de la manipulación espiritual de algunos fieles desató en ellos, los más bajos sentimientos que rebajan la dignidad humana y han puesto en riesgo serio la vida e integridad de la comunidad indígena y la misma comunidad de feligreses que hoy, apela a auto reconocerse como Campesina, contrariando con sus actos, las duras luchas que sostienen los Campesinos en Defensa de la Vida y los Territorios a través de las Organizaciones a lo largo y ancho del País, siendo sometidas a todo tipo de amenazas y violencia.

Que muy por el contrario, esos miembros de la Junta Comunal y Parroquial que con ardor han incitado la violencia y la difamación en contra nuestra, son quienes han promovido la urbanización ilegal de Julumito, generando serios problemas para el suministro de agua, saneamiento básico y ordenamiento del territorio.

Que hace unos años promovieron la venta a uno de sus miembros el lote conocido como Tawayaco y con ello, por cuatro pesos vender el derecho al agua y al bosque nativo que aun sobrevive, poniendo en riesgo su futuro como reserva ambiental y agrícola del municipio, siendo la Comunidad Indígena la que se opuso a esta iniciativa, cuando hacía parte activa de la Junta Comunal.

Que estos mismos “lideres” hacen apología de proyectos minero-energéticos y tenemos conocimiento que están “negociando” con la Administración Municipal la instalación en el lote conocido como la Moye de la cuestionada PTAR que por orden de un ente de Control debió ser reubicada del sector del Ortigal ante los múltiples cuestionamientos por los efectos en contra del bienestar de la comunidad.

Que son responsables de alentar la vieja idea de construir en el territorio una Micro-central de energía eléctrica que además de generar desplazamiento, pobreza y cambio en el clima de la ciudad, acabaría con la memoria que da sentido de pertenencia a todos por igual, sólo por el interés personal de obtener beneficios personales en contra de los intereses de TODA la Comunidad.

Que no sólo la estrategia de dividir y reinar perpetrada por la Curia Arzobispal se quedó ahí. También llegó a propiciar a través de sus áulicos, una Asamblea de la Junta Comunal espuria y sin quorum, con el propósito de expulsar a los miembros de la comunidad indígena de su seno, con ello violando el Derecho Constitucional a la libre asociación.

Que ante estos hechos desconocidos por muchos, queremos advertir que seguiremos Caminando a la luz del Derecho y la Constitución. Que seremos fieles a la manera que legaron los mayores de actuar con respeto y solidaridad.

Que acudiremos a todas las instancias que nos otorga la Ley y la Carta Política con el ánimo de Defender nuestros Derechos y de garantizar que el interés privado de la Curia Arzobispal, no se imponga sobre el interés colectivo de toda la Comunidad de Julumito, que incluye a Campesinos, Indígenas y habitantes sectores urbanos que llegaron atraídos por la oferta de lotes y de personas de otros municipios que hoy residen en el Territorio.

Que hacemos un llamado a las mujeres de TODA la Comunidad para que no permitamos que los intereses mezquinos de un puñado de personas, pongan en riesgo la vida y la armonía en el Territorio.

Solicitamos a las Organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, a la Defensoría del Pueblo, a la Conferencia Episcopal Colombiana y a la Pastoral Social de la Iglesia Católica, a la Procuraduría General de la Nación para que revise el actuar de los Funcionarios Públicos en la defensa y garantía de nuestros Derechos, a la Fiscalía General de la Nación para que adelante con celeridad las Investigaciones para esclarecer las amenazas y violaciones a nuestra integridad y bienes como pueblo Indígena, a la Policía Nacional que aún no ha respondido con responsabilidad en el Amparo y Protección de nuestra posesión Pública, Pacifica e Ininterrumpida en los predios en litigio y con ello garantizar la presencia del Estado y la Ley.

A la Alcaldía de Popayán que tiene intereses políticos en la ejecución de proyectos que contrarían el derecho a la Vida y al Territorio y que siendo parte en el Litigio, actúe con claridad ante la solicitud de la Comunidad Indígena y permita que los temas se discutan con información amplia y suficiente para TODA la Comunidad del Corregimiento de Julumito y circunvecinos.

Seguiremos Caminando por la Defensa de la Vida y el Territorio

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