Debido al recrudecimiento de la violencia en contra de las comunidades indígenas del Cauca, las masacres, homicidios a líderes, mujeres, jóvenes y a niños, sin distingo alguno, y ante el silencio estatal, decidimos las 127 autoridades indígenas que hacemos parte del Consejo Regional indígena del Cauca, CRIC, buscar alternativas de solución que nos garanticen la pervivencia en nuestros territorios.

Es así que desde la vereda el Tierrero, resguardo de Huellas, entre los municipios de Toribio y Caloto, norte del Cauca, las comunidades definimos ponernos de acuerdo para encontrar un camino que nos permita ubicar la desaparecida paz en colombia.

En ese sentido, dispuestos al diálogo, hablaremos sobre nuestros muertos, sobre el accionar de los grupos armados legales e ilegales en los territorios, sobre el acuerdo de paz y la ineficiencia del gobierno nacional para garantizar la vida.

En el marco del gobierno propio, bajo la jurisdicción especial indígena, definimos entonces, «criteriar» acciones humanitarias que nos abran caminos donde se establezcan consensos, y que a través de la conversación, en cumplimiento de la palabra, se respete nuestra autonomía, los territorios ancestrales y sobre todo la vida.

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