Ella llegó a nuestro pueblo como viento para avivar el fuego de esta tulpa llamada Çxhab Wala Kiwe,  ella llegó se enamoró y dejó semilla. Se enamoró de la palabra y de los corazones libres, se enamoró de la lucha digna que palpita por los rincones del territorio y que da vida a la vida.

Conoció el canto dulce, digno y rebelde que se hace resistencia y se quedó con nosotros.

“Ella conoció esa gente, esas tierras y se enamoró de esa gente y esas tierras. Encontró que era su lugar para aportar desde lo que le gustaba que era la palabra y la comunicación propia”

Acompaño desde la convicción de ser libre con el territorio y su corazón se hizo Nasa; ella lleno ese corazón tan digno de amor por y para nuestro pueblo y hasta el último momento palpito por él.

Su palabra camino con mucha coherencia y no tuvo límites, recorrió sin descanso este tul llamado tierra sembrando y cosechando memoria. Beatriz era la voz del pueblo Nasa.

Su presencia es muy fresca, tan fresca como la lluvia que acompaña este día y como las lágrimas, que en su nombre caen en la boca porque su palabra no ha muerto, sino que se alimenta de este dolor y de esta rabia para reventar en un grito de rebeldía.

Beatriz retumba como trueno protector y desde el otro espacio nos sigue hablando, sigue movilizando, creando conciencia y aunque le dispararon para callarla, su voz sigue viva y va echando raíz en este territorio.

Nuestros corazones no asimilan este dolor que se hizo rabia.

Como caminantes de la palabra rechazamos este vil asesinato; esta gran pérdida de la comunicación para la verdad y la vida nos desgarra y nos desbarata el corazón.

Seguiremos caminando la palabra digna que defiende y honra la vida, seguiremos palabrandando por el territorio buscando la memoria viva y digna de los pueblos sin dueños.

Desde los espacios de comunicación para la verdad y la vida caminaremos con fuerza la vida que nos quedó pendiente y desde aquí haremos eco en el sueño de autonomía que desde la radio impulsaba.

Ya queda un camino trazado y es una apuesta que nos vuelva al ser Nasa, que nos junta para seguir siendo con la tierra, viviendo sabroso y sencillo. Ella era la paisa que nos enseñó a vivir como Nasas, ella nos juntó y fortaleció esta la familia que lucha y camina la palabra.

Beatriz pasa a estar con los alegres y acá en esta familia que se construyó en la lucha, la lloramos, es difícil creer que ya no está en este espacio, sin embargo desde acá lucharemos en su nombre, seguiremos caminando y alzando la voz del pueblo.

Beatriz, gracias por tanto, nos vemos en la próxima minga.

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Por: Colectivos de comunicación del Norte del Cauca

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