Apropósito de la minga, lo que duque debe saber del Cauca

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    Por Jaime Soto Palma – Periodista de Enlace Regional

    Si o si en algún momento Duque tendrá que venir, pero no a ningún club, ni al parque Caldas, a un resguardo muy posiblemente y se sentará con “esos indios” a hablar de tú a tú de derechos. Si, de eso, y conocerá el Cauca, y entonces se dará cuenta “chamo” que el Cauca no queda en Venezuela, ni en Cúcuta, ni en Chile, sino aquí, donde las trochas rurales hacen las veces de vías y donde en la capital, Popayán, hay desabastecimiento cuando esos vagos que cultivan la tierra entran en paro.

    Si, este Cauca alborotado, rebelde e insubordinado traerá a Duque, obligado, y le recordará que el 60% del agua que consume el país nace en territorios indígenas y que es pura, purísima, porque la cuidan. Qué en estos mismos territorios hay todavía bosque andino que se conserva y, lagos y páramos que ayudan a regular el clima por lo que aún hay en el país, desde la Guajira hasta la Amazonía, abundancia de comida. También se le recordará que en plena época de las redes sociales, de la Economía Naranja y, de la neurociencia y de la nanotecnología, todavía hoy se cohabita en este territorio con los espíritus de la naturaleza, con el andar del sol y la luna y que, por todo lo que nos ofrece se le rinde tributo a la madre tierra. Qué no se permitirá el fracking porque la hiere ni la presencia de compañías mineras.

    También, a Duque se le recordará que si olvida traer su guitarra, aquí encontrará una chirimía. Qué si necesita un acetaminofén, aquí se le tratará con medicina tradicional. Qué si su anhelo es volver trizas los acuerdos de paz, aquí se le puede controlar con un refrescamiento. Qué si tiene miedo de venir, aquí hay una guardia indígena esperándolo y, que si viene a engañar, aquí de nuevo se le suavizará con otro bloqueo.

    De otro lado, Duque además debe saber, si es que no lo sabe, que en el Cauca coexisten cuatro razas; la negra, la indígena y la mestiza, y la supremacista mestiza; racista, de sangre azul, aria, superior y pura que no desciende del blanco español ni de ninguna otra. Que son pobres diablos en su mayoría que conciben la de los otros, la de “esos negros” y “esos indios”, y especialmente la de “esos indios” inferior y despreciable cuando se levantan a reclamar derechos.

    Duque viene obligado, si, y tiene que entender que, en las manos de “esos indios” y de esos campesinos, hoy en minga, está la riqueza ambiental que este país y el mundo necesitan, y que su azadón, y sus luchas, alimentan y mueven este departamento las veces que quieran.

    Fuente:
    Enlace Regional

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