Después de una primera vuelta presidencial donde, a pesar de haber ganado en el sur del país, los resultados de las elecciones no alcanzaron a llevar a los candidatos del pacto histórico a la presidencia de Colombia, las comunidades indígenas del Cauca que hacen parte del Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC, junto con la gran fuerza de distintas organizaciones sociales del sur occidente del país, se unieron para plantear una estrategia que cautivara al electorado que en ese primer escenario no salió a votar y otros que estaban indecisos, fue así que nacieron los vientos del sur.

Una Caravana multicolor conformada por cerca de 600 personas inició su recorrido como estrategia para aunar esfuerzos e incentivar a los electores que no participaron de la contienda en la primera vuelta, donde el Cambio por la vida fue claramente el vencedor, pero que de acuerdo a los análisis era necesario seguir sumando para llegar a la presidencia, fue entonces que los vientos del sur llegaron a los departamentos del Valle del Cauca, Quindío, Risaralda, Tolima y Huila, dejando un mensaje de unidad, de resistencia y motivación frente a la necesidad de una cambio estructural en el país.

Igual a lo realizado en esta correría por los departamentos donde la candidatura del establecimiento ganó en la primera vuelta, el CRIC, gran dinamizador de los vientos del sur, también hizo su tarea al interior de los territorios indígenas, donde se asumieron compromisos desde las autoridades y se motivó a las comunidades a sumarse a este gran movimiento por la vida.

El día 19 de junio fue toda una fiesta, las chivas o buses escalera, esta vez no recorrían las grandes vías nacionales sino que se concentraron en las deterioradas vías del Cauca para movilizar a las comunidades a los puestos de votación, algunos llegaban caminando o en su caballo, cada quien, esta vez por dos, aportaba en esta gran minga del cambio.

A las cinco de la tarde, ese mismo 19, una vez se conoció el resultado, dónde Gustavo Petro Urrego quedó elegido como presidente de los colombianos y Francia Marquéz, como la vicepresidenta, la consejería  agradeció el compromiso de los compañeros indígenas “que pusieron su ‘granito’ de arena para que este triunfo fuera posible, pero también a los diferentes sectores que hicieron parte de los vientos del sur quienes aportaron a la consolidación del sueño».

De igual manera, Carmen Gembuel, consejera mayor, extendió el agradecimiento puntual a los sabedores ancestrales y los espíritus mayores, las 139 autoridades indígenas, 12 Asociaciones, y 11 pueblos indígenas, dinamizadores y guardia indígena «que pese a todas las dificultades que hay en cada una de las comunidades sacaron adelante esta propuesta”.

Después del triunfo histórico del cambio, los vientos vuelven a calmarse y desde el interior hoy se analizan los rumbos a que invita la nueva dinámica política del país. Así las cosas, desde la consejería afirmaron que “con la bandera de la paz, la reconciliación, la defensa de la democracia, de la constitución del 91 y la lucha contra las desarmonías en nuestros territorios, la Minga se prepara para los retos que marcarán nuestro caminar en el gobierno del Pacto Histórico”.

Ante este nuevo reto, la organización invita a la ciudadanía a ser parte del cambio, «que debe reflejar esperanza en nuestros territorios. Hoy más que nunca creemos que el trabajo colectivo nos permite romper barreras», se concluyó.

Por: Programa de Comunicaciones-CRIC