Según el registro realizado por el Sistema de Información sobre agresiones a Defensores y Defensoras de Derechos Humanos -SIADDHH-, durante el primer semestre del año 2010, 64 defensores y defensoras sufrieron agresiones así como, 111 organizaciones sociales y de derechos humanos, fueron víctimas de algún tipo de agresión que pone en riesgo su vida e integridad y obstaculiza la labor legitima y legal de defensa de los derechos humanos.

Jueves 9 de septiembre de 2010, por Organizaciones Sociales, Defensores de derechos humanos Colombia.

Según el SIADDHH, las amenazas, los atentados y los asesinatos, fueron las tres formas identificadas para agredir a los defensores entre enero y junio de 2010. De las agresiones contra defensores(as) en el primer semestre, seis (6) casos corresponden a atentados contra la vida; siete (7) casos corresponden a homicidio o asesinato del defensor(a) y 51 casos corresponden a amenazas contra la vida y la integridad del defensor(a).

 

Cada tres días ocurrió una agresión directa contra un defensor (a) en Colombia entre enero y junio de 2010. Con respecto al semestre anterior (junio/diciembre 2009), el número de casos de agresión aumentó, ya que en 2009 se presentaron 38 casos, en comparación con los 64 casos del primer semestre de 2010.

Mayo y Junio fueron los meses más críticos en el cuadro de agresiones, pues se presentaron siete asesinatos de defensores(as) de derechos humanos. Llama la atención, como en proximidad a la época electoral, los asesinatos de defensores (as) incrementaron.

El informe dio cuenta del preocupante incremento de agentes o responsables desconocidos en las agresiones contra los defensores con un 41% del total de casos.

En cuanto a las zonas de Colombia donde es más peligroso el ejercicio de defensa de derechos humanos, continúa la ciudad de Bogotá con el mayor índice de agresiones, seguido de Santander, Cauca y Valle. Llama la atención la situación de otros departamento donde el comportamiento de la agresión a defensores incrementó. Tal es el caso del departamento del Meta donde dos defensores de derechos humanos fueron asesinados y se produjeron amenazas contra líderes, o el caso del Huila, donde se presentó de nuevo (luego de varios años) el asesinato de un defensor de derechos humanos.

A pesar del crecimiento de amenazas e intimidaciones a los y las defensoras de derechos humanos, y las consecuentes denuncias penales realizadas ante la Fiscalía General de la Nación y autoridades competentes, sumadas a la de años anteriores, hasta el momento no hay resultados ciertos sobre el origen y responsables de dichas agresiones.

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