El Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC y su Programa de Comunicaciones, realizaron el II Encuentro Regional de Comunicación Propia en el marco de la “Escuela Territorial Itinerante de Comunicación Propia” en el Resguardo Indígena de Papallaqta, Pueblo Yanacona del 10 al 12 de abril de los presentes. En este espacio de comunicación se contó con la participación de los colectivos de comunicación de la Asociación de Medios de Comunicación Indígena de Colombia Red –AMCIC-, los estudiantes del Programa de Formación en Comunicación Propia Intercultural de la Universidad Autónoma Indígena Intercultural UAIIN-CRIC, el proceso de jóvenes del nivel regional y de algunas localidades y la Guardia Indígena.

Los estudiantes de comunicación propia de la UAIIN-CRIC continuaron con su jornada educativa hasta el día 15 de abril de los presentes, donde ampliaron sus conocimientos gracias a la experiencia compartida por la comunidad y el Cabildo de Papallaqta.

Desde la palabra compartida hacia los espacios de vida de manera practica  

Papallaqta_1El macizo colombiano es una esponja gigantesca de la que brotan caños, quebradas y cascadas, muchas de las que caen al río Magdalena. Conectado con el Resguardo Indígena de Papallaqta, Valle de las papas en el Corregimiento de Valencia, Municipio de San Sebastián. Cruzado por el río Caquetá, la cadena montañosa oriental dónde está una zona de páramo y el nacimiento de los ríos magdalena y Caquetá.

El páramo de las papas es un lugar donde el aire es puro, la soledad se adueña del paisaje. Un lugar tranquilo lleno de vida y sobre todo de agua. Lugar protegido por la comunidad indígena Yanacona del resguardo de Papallaqta, asentada en este valle. Quienes junto con el Parque Nacional Puracé coordinan acciones para el cuido y defensa de este sitio que es visitado por turistas que llegan de todas partes con el fin de conocer las lagunas que estos espacios sagrados alberga.

Papallaqta_9Con la idea de continuar conociendo y caminado el territorio caucano y en especial con los demás pueblos indígenas, llegamos al páramo de las papas. En esta ocasión la comunidad Yanacona fueron nuestros guías a la hora de empezar el recorrido, quienes a través de los mayores espirituales guardianes de estos espacios de vida (lagunas y los páramos) abrieron camino para entrar al lugar como lo expresó un mayor “Para entrar a la casa hay que pedir permiso”, y de esta manera inició la primera parte de la caminata.

Papallaqta_4A medio camino se realizó una fogata para pedir permiso a la naturaleza por entrar a su espacio. Los mayores fumaron tabaco y mambearon la coca. Se hizo un círculo y cada participante se tomó de las manos, mientras esperaban atentos las indicaciones de los mayores. Con la fogata encendida empezaba el ritual, el mayor saludó a cada uno de los seres de las naturaleza el Taita Inti (padre sol), Mamaquilla, (madre luna) Taita Guaira (padre viento) y la Pacha Mama (madre tierra).

Todos elevaron sus manos para saludar y agradecer por la sabiduría, la energía, la fuerza, la vida y además dar las gracias a la madre tierra por dar las semillas que representan la vida. Después cada participante bajó sus manos y las colocó en la tierra para recibir de ella su energía y así mismo cuidar cada espacio. Con este acto el permiso estaba concedido y era hora de avanzar en medio de un camino de plantas y árboles.

Papallaqta_5Seguidamente llegamos a un Túnel verde, en su interior varios seres leñosos, erguidos y frondosos. Árboles que elevaban sus troncos hasta lo más alto, zonas verdes que nos mostraban la belleza de la naturaleza, un espacio cargado de vegetación lleno de vida que forman parte del páramo, considerado como uno de los lugares más ricos y frágiles del planeta. Que está en peligro por la ampliación de la frontera agrícola y ganadera que devoran los bosques.

Papallaqta_6Tras varios minutos de caminata encontramos “El Camino del Letrero”, desde allí se divisa el valle perfecto con todos sus cerros y hacia arriba, la cascada que es vida y nacimiento del río Caquetá. El Letrero es un camino por donde anduvieron los viajeros que venían al sur, un camino milenario que permitía el intercambio cultural y comercial hacia distintos puntos. Pero además era considerado peligroso por sus altas lluvias, vientos y por los espíritus que protegían el páramo quienes eran muy celosos y hacían perder a los viajeros, incluso unos morían. Así mismo estaba la presencia del “Jucas” o diablo, según los habitantes este también cobraba la vida de las personas que pasaban por este sitio. A raíz de esta situación los habitantes trajeron un cura que enfrentó al diablo. El cura venció al ser maligno y lo dejó encerrado en una piedra grande que todavía reposa al pie del camino y así se equilibró la vida.

Papallaqta_7Terminado el relato se continúa hacia las zonas de las lagunas y hogar de una vegetación dominada por frailejones y musgos hasta llegar a un mirador natural, donde se podía contemplar la laguna de la Magdalena, dónde nace el río que lleva su nombre. Un sitio frágil y místico que la naturaleza se esfuerza por entregarle a la tierra cada gota.

Papallaqta_8Todo el sitio sagrado (páramo) era un valle de frailejones grandes y pequeños, una reserva natural que alberga varias fuentes hídricas, rico en especies vegetales donde la humedad estaba por doquier.  Después de contemplar La Magdalena avanzamos y el camino nos llevó a 3.702 mts sobre nivel del mar donde estaba ubicado el mirador de Santiago. Desde allí se podía ver la laguna que lleva su nombre y la laguna de Sur América. Pero a nuestra llegada, el lugar estaba cubierto por una neblina espesa que no permitía ver los espejos de agua. Aunque los mayores ofrecieron remedio, no fue posible despejar la neblina. “Los seres que cuida las lagunas no lo permitieron” expresó uno de los mayores. Sin embargo, a nuestro alrededor teníamos un valle inmenso, un territorio con riqueza de yacimientos y la vida que estaba representada por el agua.

Las comunidades de Papallaqta tienen una fuerte conexión con estos espacios de vida y sobre todo con las lagunas, que son fuente de fuerza y vida para todos los seres donde en ella habitan. En ese sentido las comunidades manifiestan que defenderán estos sitios a cualquier costa, porque si se pierden estos sitios sagrados se debilita el proceso organizativo y los pueblos indígenas desaparecerían.

Por: Programa de Comunicaciones CRIC

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