Foto: Ciespal

Para el comunicador social ecuatoriano de la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI), Osvaldo León, la comunicación popular “hoy es una bandera social de los movimientos populares que han asumido la causa de la lucha por la democratización de la comunicación”.

Durante su participación en el conversatorio Guerra mediática y desafíos para la democracia en América Latina, desarrollado en el marco del Foro Latinoamericano y Caribeño de Comunicación Popular y Comunitaria – II Congreso Internacional sobre Comunicología del Sur, León remarcó que la comunicación popular “es un logro significativo cuando se trata de disputas de sentido en el plano cultural”.

A juicio del comunicador popular, los vientos de cambio que han soplado en la región durante la última década han posibilitado el escenario de la democratización de la comunicación: “antes hablar de regulación de medios de comunicación estaba circunscrito a un pequeño número de periodistas o personas involucradas en el  campo del periodismo”.

En la actualidad “tenemos movimientos sociales que protestan contra el monopolio y concentración de los medios”, dijo al resaltar que esta acción ha logrado que en “muchos países se apliquen normativas para establecer regulaciones en los medios de comunicación”. No obstante, cuestionó la lentitud y demora en avanzar hacia la reorganización definitiva del campo de la comunicación.

“Esa fragilidad puede verse Argentina, que con un simple decreto ilegal se violente una decisión parlamentaria y esa lentitud también se debilita porque asistimos a una campaña permanente por parte de los poderes mediáticos. Ellos están sincronizados, tienen definidos ejes estratégicos, actúan de manera conjunta articulada, no es únicamente acción aislada de los medios por el poder”, refirió.

León detalló que la región asiste a una “campaña debidamente probado en otras latitudes, cada vez mejor sistematizada, donde el pilar de la ofensiva lo cumplen los medios”.

Para León uno de los principales problemas es la prevalencia de la visión instrumental de la comunicación, la cual es “reducida a ver la herramienta de manera unidireccional centrada en información y diversión, preservando mismos patrones y formatos comunicacionales informativos definidos por el poder del sistema dominante”.

Detalló que esta situación “redunda en el divorcio entre comunicación y cultura. Esta visión instrumental deja de lado el aspecto relacional que tiene la comunicación, el aspecto dialógico. El resultado es que la persistencia de actitudes reactivas, que son las priman ancladas en las matrices de los oponentes y de respuestas dispersas y fragmentadas, por lo general en tono panfletario, terminan por no tener capacidad real de impacto”.

Bajo este panorama, el comunicador popular resaltó el papel de las dinámicas organizativas y de movilización importantes para los cambios sociales: “pensar en redes es fundamental”.

Fuente: http://www.integracion-lac.info/es/node/37101

Compartir