Manuel Transito Sánchez, comunero y líder indígena del Pueblo Totoroes, regresa al seno de la madre tierra dejando muchas enseñanzas, huellas de lucha y resistencia en cada uno de los corazones de los territorios indígenas, fue un importante líder, asumió el cargo de Gobernador del Cabildo en 1963 – 1966 y 1971, durante los años de gobierno hizo aportes muy significativos al proceso organizativo, dentro de ello algo muy importante fue la expulsión a mucha gente blanca que vino a usurpar las tierras poseídas ancestralmente por las familias y los pueblos, en este caso en diferentes secciones como; Miraflores, Loma del Medio, La Peña, Zabaleta, El Cofre, todas estas tierras estaban posesionadas e invadidas por los blancos, especialmente los que habitaban en la Cabecera Municipal de Totoró.
El Mayor en unidad con su comunidad sacaron alrededor de sesenta terratenientes que les habían usurpados las tierras con diferentes engaños a los indígenas Totoroez, esa experiencia lo llevo a hacer unas mingas entre el cabildo de guambia y el cabildo de Totoro, así se reunían para hacer cambios de mano, de esa manera fueron fortaleciendo ambos territorios, consolidando la unión de estos dos pueblos, en la actualidad se conservan esos buenos lasos de fraternidad y unidad entre el Pueblo Misak y el Pueblo Totoroez.
Esa experiencia se vio reflejada cuando al compañero Manuel Transito Sánchez lo nombran como Primer Presidente del Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC en el año 1971, en el resguardo de Toribio – Vereda la Susana para reivindicar el movimiento indígena con el fin de fortalecer el proceso de recuperación de tierras en diferentes territorios del cauca, infortunadamente él no pudo gobernar más de seis meses porque la persecución era tremenda, había persecución por parte de los terratenientes de los movimientos tradicionales de esa época como el partido liberal y el partido conservador, pero también había una fuerte presión por parte de los terratenientes que estaban asentados en la Cabecera Municipal, como los Ordoñez, los Gallegos, los Valencias, los Mosquera.
Habían una fuerte presión en donde él compañero estuvo peligrando hasta con la propia vida, esa situación lo obligo a replegarse hacia el municipio de Inza, después de que el asumió como el primer presidente del CRIC, esa represión lo obligo a reasentarse en uno de los resguardos que posteriormente lo fundo él, como fue el Resguardo la Gaitana donde antes se hablaba del Pueblo Guanaco, ese territorio no era resguardo, él llego a organizar la gente porque en esa zona estaba habitada por campesinos e indígenas pero no había una organización, fue así como también llego a recuperar alrededor de cuatro fincas y sobre ello hoy se encuentra constituido el resguardo indígena la Gaitana y posteriormente fue nombrado como gobernador en dos periodos, en donde afianzo y fortaleció el proceso organizativo con el pueblo Nasa, frente a las recuperaciones de tierra y fortalecimiento del proceso político organizativo.
El mayor Manuel para el Pueblo Totoroez deja muchas historias que se pueden comparar con la misma que obtuvo José Gonzalo Sánchez en la década de los veinte. Hoy se nos va un mayor que tenía mucho conocimiento, era uno de los mayores que hablaba el idioma propio, hoy cada día se nos están yendo esos mayores de la sabiduría, lo vamos a extrañar porque ya no vamos a escuchar sus palabras en su idioma.
Así lo recuerdan amigos y familiares del mayor Manuel Transito Sánchez
“en la época en que conocí al mayor estaba jovencita, apenas tenía catorce años, en ese tiempo mi papá lo castigaba mucho a uno, y pues yo me iba para donde el mayor porque él era un líder rígido, en ese tiempo estaba con el cargo de gobernador, él hacia respetar y aplicar las leyes indígenas, no es como ahora que un gobernador no hace nada frente a los problemas que se presentan, él aplicaba la ley tanto al hombre como a la mujer dando la respetiva orientación, el mayor fue quien le llamo la atención a mi padre por el maltrato a los hijos, lo aconsejo de una manera respetuosa y también aplico el remedio de armonización.
El mayor Manuel fue un luchador frente a las recuperaciones de tierra, porque en ese tiempo había mucha gente de los terratenientes en el territorio Totoro, quienes cogían y cambiaban una camisa por un pedazo de tierra, en ese tiempo ya entro la lucha por la recuperaciones de tierra coordinado por Manuel Transito, para sacar a los invasores de tierras que eran los terratenientes, durante todo el proceso de lucha él fue amenazado de muerte, aun así él era un líder fuerte, luchador, que se hacía respetar en todos los espacios comunitarios del proceso organizativo. Ahora que el mayor, partió al espacio espiritual de la madre tierra nos deja una bonita experiencia a partir del camino de la lucha y la resistencia de los pueblos para la defensa de la vida y la recuperación de la madre tierra”.
Mi padre me dio una buena educación, desde el consejo alrededor del fogón en donde nos contaba sus historias de lucha, fue un gran padre y lo que me enorgullece de él son los procesos de lucha y resistencia por la recuperación de tierra.
Mi abuelo era una persona de carácter, humilde y sencillez, es algo que la familia y los nietos hemos ido rescatando, atreves de sus orientaciones y consejos nos enseñó a cuidar la naturaleza y a trabajar a la madre tierra, lo que más voy a extrañar del él son sus risas y sus chistes.
Manuel Transito más que ser mi abuelo fue un dirigente que mucha gente lo reconoce y que en el pueblo Totoro como en otros territorios dejo mucha huella de luchas por la defensa de la madre tierra y mucho de lo que hoy es el movimiento indígena se lo debemos a él y a muchos otros mayores que aportaron al proceso organizativo del Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC.
La enseñanza que nos deja es que nunca debemos de avergonzar de ser indígenas, que siempre tenemos que estar en lucha y resistencia por la defensa de la madre tierra y en defensa de los derechos de los pueblos para una pervivencia armónica con la madre naturaleza”
Por Estudiantes del Programa de Comunicación Propia Intercultural UAIIN
Noelia Campo y Enrique Ramírez