Debemos permanecer en minga para que el hilo que teje la resistencia no se rompa

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    La Minga practica  ancestral de los pueblos indígenas,  ha existido desde hace décadas, mejor dicho, antes de llegar los españoles al continente americano. En mil cuatrocientos noventa y dos (1492).

    A pesar de la opresión y la negación de lo que somos los pueblos originarios,  la minga continua, viva y con mucha fuerza en muchos pueblos y especialmente en las comunidades Nasas. Esta práctica comunitaria es vigente en todos los espacios,  bien sea para trabajos comunitarios, familiares, personales y hasta para exigir los derechos como pueblos indígenas. Y porque no decir de todos los pueblos.

    Por estos tiempos, en los territorios del norte del Cauca, la minga se ha direccionado a cumplir un mandato muy especial.  Liberar la Madre Tierra, la cual por muchos años ha sido explotada, envenenada y encadenada a la producción del monocultivo de la caña; por esta razón,  desde el año 2014, las comunidades del norte del Cauca entre ellas las comunidades de Corinto, reactivaron las mingas de liberación de la Madre Tierra.

    Desde el año 2014 se han realizado un gran número de mingas de liberación, donde participan hombres, mujeres, jóvenes, mayores, niños, niñas, autoridades tradicionales y visitantes de lugares cercanos y  lejanos. Desde la dinámica de las mingas de liberación, el pasado lunes 10 de septiembre, con la fortaleza que brindan los rayos del padre sol, sonaban los machetes tumbando la caña, los mingueros y mingueras  compartían con alegría sus anécdotas e historias.

    “Cortamos la caña para sembrar comida”,  es el lema que anima cada minga de liberación,  lastimosamente en nuestro territorio la caña no beneficia a la población, la caña que se cultiva en todo el territorio geográfico del Valle del Cauca se usa para extraer combustible para los autos. En todas las mingas vivimos y compartimos  experiencias únicas, en la minga del pasado lunes 10 de septiembre nos cautivó la presencia de un mayor del pueblo Nasa. El,  incansable cortaba la caña sin parar, suave y muy seguro;  tenía sobre su cabeza un sombrero grande que lo cubría del inclemente sol, de piel canela, su rostro mostraba el caminar de la vida, sus arrugas daban cuenta de su experiencia, ánimo y fortaleza.

    Llego el medio día, el momento más sabroso de la minga, la hora del sancocho, el mote,  o sopa de maíz;  esta vez disfrutamos de una deliciosa sopa de maíz producido en la liberación, con verduras y vaca. Disfrutamos también  de la rica chaguasgua, chicha de maíz con panela y la chicha de caña para calmar la sed y animar el trabajo. Mientras se almuerza se conversa, se evalúa la jornada  y se planean las próximas mingas o actividades comunitarias. Aunque la fuerza pública estuvo en el lugar donde se realizó la minga, esta vez no hubo represión y esto se evalúa como un logro, se pudo trabajar y no hubo personas afectadas como cuando hay represión.

    La minga de corte de caña, del lunes 10 de septembre finaliza, con la reflexión y el mensaje de un liberador.

    Las mingas de liberación son pasos firmes que vamos caminando como pueblo Nasa, en todo el territorio y  el proceso organizativo. La minga de hoy ha sido un gran acierto, fue un trabajo muy agradable, de mucho acogimiento, de mucho empuje y entusiasmo, las comunidades  se mantienen firmes y comprometidas con el mandato de la liberación, no se ha perdido el horizonte. Se hizo un corte de caña muy tremendo aquí en el lugar donde en el 2015, llegaron por primera vez los ministros y todos los mentirosos  del gobierno, que no han cumplido en nada de todo lo que dijeron; pero hoy la comunidad sigue presente, la gente sigue viva y la liberación está más fuerte cada vez; esto es un gran triunfo para todos. Resaltamos y agradecemos el apoyo de los y las liberadoras de los otros puntos  de liberación del norte del Cauca, que hoy vinieron a cortar la caña, debemos seguir en minga para que el hilo que teje la resistencia no se rompa. Quiero recomendar a todos los mingueros y a las comunidades que no nos debemos confiar, pues a pesar de que hoy no hubo represión por parte de la fuerza pública, no nos debemos confiar, el enemigo tan fácil no va a cambiar de parecer, seguramente está preparándose para seguir reprimiéndonos. Acá en Corinto, ya  hemos avanzado cuatro años  de liberación, esto seguramente no tiene muy contentos a los enemigos de la vida. Aunque llegue el ejército, la policía o el Esmad,  nosotros debemos seguir cortando caña sin ponerles cuidado. El ejército ha estado rondado todas las noches y en la madrugada por los sitios de  liberación acá en Corinto, por eso les digo, no debemos confiarnos, no podemos bajar la guardia, ni llenarnos de miedo, tampoco podemos dejar botado este trabajo, ya llevamos cuatro años y el propósito es seguir aquí por mucho tiempo. Desde la liberación de Corinto les digo: Sigamos adelante, no nos cansemos ni nos debilitemos. Liberar la Madre Tierra es una apuesta de vida, para cuidar la vida.

    Por: Tejido de comunicación Wej’xia Kaa’senxi Cabildo de Corinto

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