Históricamente el conflicto se ha sentido con mucho más rigor en determinadas aéreas del país, el corregimiento San José de Apartadó es uno de esos lugares allí  unas 48 familias de la vereda La Esperanza, decidieron abandonar sus viviendas para refugiarse en la escuela veredal. Esta situación se agrava con el transcurso de los días ante la inminente llegada de más desplazados de otras veredas.

Según la declaración de Arley Tuberquia, habitante del corregimiento los hombres armados, “entraron por la vereda Arenas Bajas. Llegaron con lista en mano. Eso hace ya varias semanas. Dijeron que estaban buscando a unos ocho campesinos para asesinarlos. Tres de ellos son miembros de la Comunidad de Paz. Dijeron también que si la guerrilla los atacaba, si les mataban un miembro de ellos, pues que ellos asesinarían cinco habitantes de la región. Que sus intenciones eran claras: recuperar la serranía de Abibe, que los que quisieran trabajar con ellos, bien, los que no, se podían ir de la zona”.

Desde el pasado 3 de noviembre la situación humanitaria tomó carácter de urgencia sin embargo la respuesta del Estado para garantizar la vida de los habitantes de la vereda La Esperanza es inexistente. Uno de los nombres de campesinos a ser ejecutados que aparece en la lista de los paramilitares, es el de un reconocido líder de la vereda.

Los organismos defensores de derechos humanos han denunciado que la cifra de desplazados podría aumentar. Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), unos 400 campesinos de las veredas Mulatos, Mulato Alto, Mulato Medio, La Resbalosa; Arenas Altas, Arenas Bajas, El porvenir y La Nieve también se encuentran en riesgo de desplazamiento.

“Estas comunidades se resisten a salir de su territorio, sin embargo han manifestado que en caso de mantenerse la situación, se desplazarían hacia el casco urbano del municipio. Por tanto el número de personas desplazadas podría aumentar en los próximos días”, consignó OCHA en informe divulgado recientemente.

Según la  información recogida por los funcionarios de la Defensoría del Puebloque trabajan en la zona, la responsabilidad del hecho recaería en estructuras de las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc) también conocidos como ‘Urabeños’ o ‘Clan Úsuga’. “Aunque también hay que recordar que esa zona ha sido corredor de la guerrilla de las Farc”, apuntó William González, Defensor del Pueblo regional Urabá.

Por su parte las autoridades aseguran que no se registraba un desplazamiento masivo en los municipios del Urabá antioqueño desde hacía un par de años. “Decimos ‘paramilitares’ pues porque son los mismos que siempre han estado en la zona. Se desmovilizaron unos pocos, pero los principales cabecillas siguieron y son los que hoy tienen intimidada a la comunidad”1, manifestó Tuberquia, quien señaló que semanas atrás se registró el desplazamiento de varias familias y el asesinato de un campesino.

“Hace un mes amenazaron a unas familias de la vereda Aguas Frías, que se tuvieron que desplazar. De (la vereda) La Hoz también se desplazaron dos familias por amenazas. El 21 de octubre asesinaron al campesino Ernesto Guzmán, al parecer, porque se negó a venderle su tierra a gente allegada a alias ‘Otoniel”, manifestó el líder campesino.

La expansión de Los Urabeños, tras la “desmovilización” de las Auc, está causando estragos en las comunidades que viven en regiones apartadas.

El líder social Arley Tuberquia, enfatizó que la presencia “paramilitar” en el corregimiento se ha vuelto preocupante: “En La Esperanza, la presencia es notoria; en el punto que nosotros conocemos como Filo de los Ratones, también se registran operativos paramilitares; en La Hoz también. Y están estacionados en la vereda Mulatos, camuflados en la montaña”.

Por su parte la Secretaría de Gobierno de Antioquia informó que conformará una comisión integrada por delegados de diversas entidades estatales para que viajen a la zona, entreguen ayudas humanitarias, levanten un censo de personas afectadas y constaten las denuncias.

Los señalamientos y denuncias de los habitantes coinciden con los análisis realizados por organismos defensores de derechos humanos sobre la avanzada del ‘Clan Úsuga’ en toda la zona del Urabá antioqueño y chocoano.

El pasado 25 de octubre durante las elecciones, la Defensoría del Pueblo alertó a las autoridades sobre la fuerte presencia del ‘Clan Úsuga’ en el Bajo Atrato chocoano, situación que también produjo desplazamientos forzados de varias comunidades negras e indígenas asentadas en las cuencas de los ríos Truandó, Salaquí, Quiparadó y Domingodó.

Las acciones de los grupos paramilitares dejan ver que se preparan para la guerra que se cocina lentamente en el Chocó por el control territorial, la dinámica que se viene registrando en los últimos meses pone de manifiesto la incursión de las estructuras del ‘Clan Úsuga’ en bastiones históricos de las Farc como el Bajo Atrato o el corregimiento San José de Apartadó.

“No es de desconocer que aquí se mueven todos los actores armados: el Ejército, porque para nosotros es un actor armado; los paramilitares y la guerrilla de las Farc. De hecho, cuando se levantó la tregua unilateral se registraron fuertes combates entre Ejército y guerrilla. Ya por fortuna no, pero ahora el miedo es con los paramilitares”, señaló Arley Tuberquia.

Por su parte la guerrilla de las FARC-EP han denunciado el incremento de las ofensivas paramilitares, desde La Habana, los integrantes del equipo negociador han sido explícitos en la necesidad de erradicar el fenómeno paramilitar.

 www.radiomacondo.fm

http://radiomacondo.fm/2015/11/08/continua-el-desplazamiento-forzado-de-los-campesinos-en-san-jose-de-apartado/

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