Cuenca Hidrográfica Rio Naya Imagen CRC
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Boletín de Derechos Humanos
Cxhab Wala Kiwe – ACIN

El Tejido de Defensa de la Vida y los Derechos Humanos hace conocer a la comunidad en general y a la opinión pública nacional e internacional la situación crítica que se vive en el territorio ancestral del Naya y tiene a su población en situación de peligro crítico. A continuación, enumeramos los hechos de los últimos días:

  1. El pasado 5 de mayo se dio el secuestro del líder del consejo comunitario del río Naya Iber Angulo Zamora, cuando una comisión de la Defensoría del Pueblo intentaba retirarlo de la zona baja del río Naya para proteger su vida ante las reiteradas amenazas. Hasta la fecha se desconoce el paradero del líder Iber Angulo, por lo cual se configura una clara violación al Derecho Internacional Humanitario y una agresión directa a los procesos organizativos y a las autoridades de los territorios étnicos.
  2. Desde el pasado miércoles 2 de mayo se ha detectado una fuerte presencia de hombres armados identificados como disidencia de las FARC que se ha ido adentrando a la región del Naya por el camino de Buenos Aires, quienes tomaron posición alrededor de la zona de Campamento, anunciando que iban a retomar el control de la región. Esto ocasionó un tipo de confinamiento a la población indígena, campesina y afrodescendiente de la zona, pues no pudieron continuar con sus actividades agrícolas normalmente, temiendo posibles combates entre este grupo y la fuerza pública.
  3. Al mismo tiempo, el grupo armado conocido como Guerrillas Urbanas del Pacífico que se encuentra al interior de la región del Naya se ha replegado y ha tomado posiciones de combate en la zona, por lo cual las comunidades de dieciséis veredas distribuidas entre los departamentos de Cauca y Valle del Cauca se han visto intimidadas y confinadas, temiendo una confrontación en sus espacios de vida.
  4. A su vez, las fuerzas armadas, con el desarrollo de su plan Atalanta, ha militarizado la región de manera indiscriminada, avanzando desde el municipio de Jamundí en una muestra más de la forma limitada y errada en que el Estado colombiano pretende llevar su presencia a los territorios, generando más temor y peligro que seguridad o tranquilidad.

Frente a esta situación, manifestamos nuestro rechazo ante todo tipo de pretensiones sobre el control territorial en nuestros territorios ancestrales y reiteramos que son nuestras autoridades indígenas, campesinas y negras las únicas autoridades legítimas en el territorio. Exigimos el respeto a la vida y la liberación inmediata del líder afrodescendiente del consejo comunitario del río Naya Iber Angulo. Le reiteramos al gobierno nacional que la exclusiva presencia militar no es garante de ningún tipo de solución a la problemática y, por el contrario, constituye una fuente más de conflicto y abandono. Finalmente, hacemos un llamado urgente a todos los organismos de Derechos Humanos y a las organizaciones sociales a permanecer en alerta máxima respecto a lo que se presenta en el Naya. Tenemos muy presente en nuestra memoria las atrocidades de la masacre del 2001 y es responsabilidad de la sociedad colombiana no permitir que se repita.

9 de mayo de 2018